El número dos de la dictadura chavista, Diosdado Cabello, podrá ser detenido en caso de que ingrese a Argentina. La Justicia tomó esta medida que ejecutó la jueza subrogante María Alejandra Giménez, quien ejercen en la provincia de Jujuy —territorio que colinda con Bolivia— como una respuesta a la petición de un Juzgado Federal para el distrito Sur de Nueva York, en una causa por presunto narcotráfico.
- Lea también: Los comodines de Maduro para rescatar sus fondos en Rusia
- Lea también: Biden y su política sobre Venezuela
La justicia argentina toma esta previsión ante la hipótesis de que Cabello pudiera entrar al país por Jujuy, indicaron fuentes judiciales al diario Clarín. Asimismo, el medio recalcó que varias indagaciones apuntaban que su llegada sería a partir del 11 de marzo. Sin embargo, hasta este sábado, esto no había ocurrido.
El exhorto que llegó a manos de la jurista desde la Embajada de Estados Unidos indica que la orden de detención de Cabello es con fines de extradición. En el documento se señala lo siguiente: “Se tiene conocimiento, y así fue informado, que (Diosdado Cabello) viajaría a la República Argentina aproximadamente el día 11 de marzo de 2022, y que ingresaría al territorio por Jujuy”, citaron las fuentes al medio argentino.
Una vez corroborados los argumentos, la jueza Giménez ordenó el viernes a la Policía Federal Argentina, a la Gendarmería Nacional, a la Policía de Seguridad Aeroportuaria y Policía de la Provincia de Jujuy, la inmediata detención de Diosdado Cabello en el caso que este lograra entrar al país desde Bolivia, nación al mando de Luis Arce, cuyo gobierno es aliado de la tiranía chavista.
La lupa sobre Diosdado Cabello
Diosdado Cabello tiene un historial turbio con la Justicia estadounidense, sobre todo en lo que respecta a la presunta relación de este antiguo militar con el narcotráfico. Actualmente, se le acusa de “conspiración para la distribución y la tenencia con fines de distribución de cinco kilogramos o más de cocaína, a sabiendas y con la intención directa o indirecta de otorgar un bien con valor pecuniario a una organización que está o ha estado involucrada en actividades terroristas o en actos de terrorismo, en violación del Título 21 del Código de los Estados Unidos de América, artículos 960a y 841 (a); y del Título 18 del Código de los Estados Unidos de América, Articulo 3238”, según documentos oficiales citados por Clarín.
Este sería tan solo uno de los cargos. A ello se suma la conspiración para permitir la “importación de cinco kilogramos o más de cocaína a los Estados Unidos de América; producción, distribución y tenencia con el objeto de distribución de cinco kilogramos o más de cocaína, a sabiendas, con la intención y teniendo causa probable para considerar que la cocaína seria importada a los Estados Unidos de manera ilícita; producción, distribución y tenencia de cinco kilogramos o más de cocaína a bordo de una aeronave registrada en los Estados Unidos”.
El tercer cargo contra Cabello es por “uso y portación de un arma de fuego para cometer los delitos de narcotráfico por los que se lo acusa en los Cargos Uno y Dos, o en actos vinculados a esos delitos”. Se incluye entre el uso y la portación de una ametralladora o de un dispositivo de destrucción.
La solicitud de Estados Unidos a Argentina para su colaboración en la captura de Diosdado Cabello —por quien la Justicia norteamericana da una recompensa de 10 millones de dólares a quien colabore con su detención— surge en medio de un clima denso entre Caracas y Washington, luego de la administración de Joe Biden tuviese un tímido acercamiento con los secuaces de Nicolás Maduro, para abordar temas relacionados con el petróleo que posee la nación caribeña. Esto se percibe como una “alternativa” que explora el gobierno estadounidense, luego de que el demócrata incrementara sus sanciones a Rusia por la invasión a Ucrania.