Nuevamente se desmonta una treta de Nicolás Maduro y su régimen, quienes pretendían engañar a los venezolanos para que tomaran el denominado antiviral Carvativir, que según el dictador eran “gotas milagrosas”, con el fin de combatir el COVID-19. Este sábado expertos aclararon que el supuesto medicamento podría recomendarse únicamente como enjuague bucal.
La Academia Nacional de Medicina de Venezuela fue enfática en este particular. En la vocería de su presidente Enrique López Loyo, el organismo explicó que bajo ningún concepto el Carvativir —aunque Maduro le dio el nombre de “las gotas milagrosas del doctor José Gregorio Hernández”— previene el contagio del COVID-19. Un virus que hasta los momentos ha cobrado la vida de al menos tres millones de personas en el mundo.
El principio activo del Carvativir es el isotomol y el carvacol, sustancias incoloras emanadas de aceites esenciales de plantas como el tomillo y el orégano, explica El País.
El Carvativir, las gotitas milagrosas de José Gregorio Hernández, neutralizan los síntomas del Coronavirus. ¡De Venezuela para el mundo! A partir de esta semana comienza la producción masiva, para que todo el Sistema Público Nacional de Salud cuente con este poderoso antiviral. pic.twitter.com/lNcl3BxIJF
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) January 25, 2021
“Estamos claros en eso. Es un compuesto vegetal a base de isotimol que fue hace 30 o 40 años usado como enjuague bucal, como antiséptico local. En algunos casos tuvo un uso dermatológico, bactericida, pero no se le conoce un uso antiviral real en un trabajo serio de investigación. Simplemente hay algunos antecedentes de utilizarlo en animales de experimentación”, informó López Loyo en declaraciones recogidas posteriormente por Infobae.
“Gotas milagrosas” ante una vacunación nula en Venezuela
López Loyo criticó que se ofrezca este antiviral como alternativa a la vacunación, un proceso en el que Venezuela se encuentra atrasada, pues solo 0,88 % de su población ha recibido al menos una dosis, según reseña Our World In Data. Esto coloca a dicha nación como unos de los países con menos personas vacunadas en la región.
La agencia española EFE informó a su vez que en Venezuela solo se ha recibido 300.000 vacunas rusas Sputnik V y 500.000 dosis de la china Sinopharm. Tales cifras son ínfimas considerando que este territorio tiene una población que ronda las 28.52 millones de personas, según cifras del Banco Mundial.
“Aquí el problema es la vacuna, necesitamos vacunación. Ellos (el régimen de Maduro) establecen que las formulaciones vegetales pueden tener un efecto coadyuvante como infusiones que acompañan la terapia, pero no tienen ninguna convicción científica para decretarse como protectoras o que curan estas patologías”, argumentó López Loyo.
El gremio de la salud se desgasta lentamente entre la pandemia y el hambre
Ante este escenario, cerca de un centenar de líderes de gremios de la salud y de la oposición se movilizaron este sábado en Caracas para exigir un plan de vacunación contra el COVID-19, que sea “sin criterios políticos” y que tenga como prioridad a médicos y enfermeros.
Algunos de los manifestantes usaron mascarillas en las que se leía la frase “vacunas ya” y corearon consignas contra el Gobierno venezolano, al que acusan de no tener un plan de vacunación en marcha.
En enero inició la sórdida aventura de Maduro por querer incrustar el Carvativir en la población venezolana como una alternativa a la vacunación. Durante una alocución en cadena nacional, el chavista habló del antiviral y también dijo cómo deben ser suministradas las dosis.
“Diez gotitas debajo de la lengua, cada cuatro horas, y el milagro se hace, es un poderoso antiviral, muy poderoso, que neutraliza el coronavirus”, insistió Maduro en aquel momento. El chiste se cuenta solo.
El Carvativir, prosiguió, es una medicina “totalmente inocua”, pues “no tiene ningún efecto secundario ni negativo”, o al menos así lo demuestran, dijo, los “experimentos masivos” que se hicieron en Venezuela.
Estas aseveraciones sobre las “gotas milagrosas” nadie las cree. Ni siquiera el propio Maduro. De hecho, Facebook le dio una dosis de su propia medicina al dictador y no dejó pasar sus afirmaciones sin asidero científico sobre este supuesto fármaco y censuraron sus videos promocionales.
Números mortales
En Venezuela se han contagiado de la covid-19 unas 180.609 personas, de las cuales 1.870 han muerto, de acuerdo con las cifras que el régimen ofrece como “oficiales”, actualizadas hasta el viernes y recogidas por la agencia española EFE.
Sin embargo, el régimen no cesa en sus intentos de usar a la población venezolana como conejillo de indias para probar las dosis que también ha sido cuestionadas a nivel mundial. Este es el caso de la vacuna cubana en fase de prueba llamada Abdala, Maduro pretende llevar al territorio del país caribeño.
Tal acción ha generado críticas de la oposición, los gremios sanitarios y de la Academia de Medicina, que han alertado que desconocen de los estudios que certifiquen la efectividad de ese compuesto.