
El caso del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, sigue complicándose con dos denuncias más en su contra por acoso o conducta inapropiada. Ya hoy en día son cinco las mujeres que han dado su testimonio sobre alguna conducta fuera de lugar que tuviera el demócrata.
Las acusaciones que se suman en esta oportunidad son de Ana Liss y Karen Hinton. En el caso de la primera señalada, cuyas declaraciones se publicaron en The Wall Street Journal, se trata de una persona que trabajó con Cuomo entre 2013 y 2015. De acuerdo con lo que informó Liss al diario estadounidense, el gobernador de Nueva York le hizo preguntas personales, se refirió a ella como “encanto” (“sweetheart” en inglés), le tocó la espalda durante una recepción y le besó la mano.
Liss explicó que inicialmente percibió esos comportamientos de Cuomo como “flirteos inofensivos”. Sin embargo, con el tiempo ha pasado a verlos como una actitud “condescendiente” con ella como mujer. “No es apropiado en ningún contexto”, explicó en declaraciones reseñadas en EFE.
El ambiente hostil y tóxico en torno a Andrew Cuomo
La denuncia se Liss también se acompañó, de manera independiente, con un amplio reportaje emitido en The Washington Post. Dicho texto, en esta oportunidad, desarrolla los testimonios de varias personas que han trabajado con Cuomo —tanto hombres como mujeres— quienes critican su comportamiento en el entorno laboral.
Entre los relatos figura el de Karen Hinton, quien fue responsable de prensa del gobernador de Nueva York hace dos décadas y que asegura que en un momento cuando se encontraba bajo su mando, Cuomo la convocó a su habitación de hotel con poca luz y la abrazó después de un evento laboral en 2000, cuando el actual gobernador de Nueva York dirigía el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de Estados Unidos, mientras que Hinton era consultora de la agencia.
Este caso, al parecer, no fue aislado. Dos ayudantes masculinos que también trabajaban para Cuomo en la oficina del gobernador de Nueva York dicen que él los reprendía habitualmente con un lenguaje explícito, haciendo comentarios denigrantes hacia ellos.
De la misma forma, tres mujeres, quienes también trabajaron en la oficina del gobernador como miembros jóvenes del personal en los últimos años, dicen que Cuomo las interrogó sobre sus vidas amorosas. Sin embargo, estas ultimas personas alegan que no vieron los encuentros como proposiciones, sino más bien como parte de una cultura de oficina que creían que era degradante para las mujeres jóvenes.
En total, The Washington Post se acercó a más de 150 empleados actuales y anteriores del gobernador de Nueva York. La mayoría no respondió. Quienes lo hicieron, en gran parte habló bajo condición de anonimato, porque dijeron que todavía temen su ira y su poder para destruir carreras.
Andrew Cuomo y el efecto “bola de nieve” de las denuncias en su contra
El panorama para el gobernador de Nueva York se ve bastante difuso. Ahora, luego de haberse ganado una reputación política de «superestrella» por cómo supuestamente su administración manejó la pandemia, su imagen va en declive.
Estas denuncias de personas contra las actitudes de Cuomo han surgido de manera progresiva estas dos semanas. Entre las más estridentes estuvo la de Anne Ruch, de 33 años.
De acuerdo con el testimonio de Ruch citado por The New York Times, Cuomo, de 63 años, se le acercó en un banquete posterior a la celebración de una boda y le puso su mano en la parte baja de la espalda. La joven al sentirse incómoda, se la retiró. Sin embargo, el demócrata no se detuvo. Por el contrario, Cuomo le agarró ambas mejillas y le preguntó: «¿Puedo besarte?». Lo hizo en un tono tan fuerte que hasta un amigo de Ruch alcanzó a oírlo.
“Estaba tan confundida, estupefacta e incómoda que me quedé sin palabras”, explicó. Su versión ha sido corroborada por el amigo. De hecho, hay testimonio gráfico del momento en que Cuomo se le acerca a Ruch, mientras le sujeta las mejillas.
Dicha declaración se suma a la acusación de Lindsey Boylan, antigua asesora de Cuomo y actual candidata a presidente del condado de Manhattan. Boylan aseguró que Cuomo la acosó en varias ocasiones entre 2016 y 2018, llegando a darle un beso no solicitado en los labios.
Los demás escándalos que rodean a Andrew Cuomo
Esto es solo la punta del iceberg en los escándalos del gobernador Andrew Cuomo. De a poco también se van develando las irregularidades encontradas en los informes que manejó su administración en donde reportes recientes revelan que hubo un maquillaje de cifras en las muertes en los geriátricos de dicho estado.
Sin embargo, el demócrata salió al paso de estas declaraciones durante la semana. Según lo detallado en EFE, Cuomo reconoció el pasado miércoles este tipo de comportamientos y pidió perdón a las mujeres que pudo haber hecho sentirse “incómodas”.
“Entiendo que actué de una manera que hizo a la gente sentirse incómoda, no fue intencionado y franca y profundamente pido perdón por ello, me siento muy mal por eso (…) Pido perdón a las jóvenes mujeres que trabajaron aquí, que dicen que les hice sentirse incómodas”, dijo.
No obstante, al gobernador no le parece que estas denuncias sean suficientes para dimitir. En tal sentido, dejó claro que su renuncia no está sobre la mesa bajo ningún concepto. Por ahora la Fiscalía General inició las investigaciones. Solo es cuestión de tiempo para que se esclarezca el caso y el magnitud de las denuncias en contra de Andrew Cuomo.