
El Comité de Supervisión y Reformas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos inició una serie de indagaciones para determinar si en algún momento se consolidaron o no nexos entre la plataforma Parler y el expresidente Donald Trump. Entre los objetivos está esclarecer si en concreto al republicano se le ofreció un porcentaje en la empresa para entrar en esta red social.
La demócrata Carolyn Maloney, quien funge como presidente de supervisión de la Cámara de Representantes, solicitó al director de operaciones de Parler, Jeffrey Wernick, todos los documentos y comunicaciones que se relacionen con alguna propuesta a Trump sobre una participación en la compañía, reseña The Epoch Times.
Tales investigaciones se desencadenan a raíz de un artículo de BuzzFeed en el que se asegura que Parler le ofreció a la Organización Trump una participación del 40 % en la empresa, si la convertía en su hogar exclusivo en las redes sociales.
El caso Parler-Trump
En un reportaje, el sitio web cita a una fuente familiarizada con las negociaciones, la cual asegura que el exgerente de campaña de Trump, Brad Parscale, le planteó al entonces presidente la idea de tomar una participación en Parler.
“Parscale se había interesado desde el principio en Parler y, según los informes, consideró crear una cuenta para Trump en el sitio en 2019 como un baluarte contra Twitter y Facebook“, relata el medio estadounidense.
No obstante, el exrepresentante de la campaña de Trump desmintió una intervención directa del republicano en las negociaciones. “El presidente nunca fue parte de las discusiones”, dijo Parscale a BuzzFeed News.
“Las discusiones nunca fueron tan sustantivas. Y esta fue solo una de las muchas cosas que la campaña estaba investigando para lidiar con la cultura de cancelación de Silicon Valley”, explicó más adelante.
Sin embargo, esto que asegura BuzzFeed que se dio solo en el “marco exploratorio” se descarriló por completo. Las supuestas discusiones reanudadas poco tiempo después, de acuerdo con el portal, habrían terminado luego de la irrupción al Capitolio.
Este evento fue el catalizador para que Apple y Google sacaran a Parler —que surgía con mayor fuerza por ser una red de conservadores— de sus tiendas de aplicaciones. Por último, Amazon expulsó a la empresa de su servicio de alojamiento en la nube. Esto puso un punto final a la aplicación y la obligó al sitio a desconectarse.
Los gigantes tecnológicos determinaron que Parler no había hecho “lo suficiente” para moderar el discurso en su espacio y argumentaron que hubo un llamado a la violencia en su plataforma antes, durante y después de los hechos del 6 de enero.
La pulseada demócrata contra Parler
Este sería un nuevo capítulo que engrosa el libro de pugnas entre los demócratas y Trump, ahora enfocado en esta suerte de “aliado por defecto” que sería Parler, que viene a figurar nuevamente como objeto de los señalamientos de Maloney desde el Comité de Supervisión y Reformas.
Y es que los impasses de Maloney con Parler y por extensión a Trump tienen el rastro del Capitolio. La demócrata anteriormente pidió al FBI que realizara un “examen riguroso” del papel que pudo desempeñar dicha red social en el motín del 6 de enero, específicamente si la plataforma era un “facilitador potencial” de planificar o incitar a la violencia, informó Fox News.
Maloney solicitó que el FBI revisara si Parler facilitó la planificación y cuestionó si es “un conducto potencial para gobiernos extranjeros que podrían estar financiando disturbios civiles en Estados Unidos”. A su vez, criticó la financiación de Parler y habló de sus presuntos vínculos con Rusia.
En el comité que dirige Maloney también hay demócratas que se han caracterizado por ser particularmente incisivos contra la administración Trump y sus ataques no han cesado a pesar de que el republicano dejó la Casa Blanca. Una de esas voces es la de la progresista Alexandria Ocasio-Cortez, conocida por avivar la polémica a su alrededor y usar un discurso de manera subversiva.