El número de protestas orquestadas por la izquierda en las calles de Estados Unidos ya es preocupante. Crece de forma exponencial y más allá del ideal que proliferan están los destrozos que dejan a su paso. Los daños a las propiedades se han convertido en un factor común en estos disturbios que hoy se acompañan con la quema de banderas norteamericanas y cánticos que incitan a la violencia.
Antifa es uno de los orgullosos impulsores de estas sublevaciones. Este movimiento tachado como terrorista por el expresidente Donald Trump se ha enquistado en las calles, en las redes sociales y en la cotidianidad de una porción de la juventud estadounidense. Una táctica que debe mirarse con cuidado, pues el ideal que profesan ya toma una textura más consistente y se enfoca en un solo punto: la anarquía.
#Antifa in Portland have announced another riot gathering tonight. They’re meeting at Elizabeth Caruthers Park, the same park they gathered at on J20 before rioting at the nearby @ICEgov facility. #PortlandRiots pic.twitter.com/Kxr4ShnB6w
— Andy Ngô 🏳️🌈 (@MrAndyNgo) January 23, 2021
El editor general de The Post Millennial, Andy Ngo, habló en una entrevista con Daily Caller sobre la estructura de liderazgo de Antifa y cómo la operación llevada a cabo por años —ejecutada ya de una manera metódica y si se quiere acuciosa— ha terminado por estructurarse de un modo tan consonante como si fuese una máquina muy bien aceitada.
“Lo que hace que los Antifa sean tan efectivos y realmente difíciles de contrarrestar es que están compuestos por redes de organizaciones descentralizadas y administradas de manera autónoma”, dijo Ngo, quien también es autor del libro Unmasked: Inside’s Antifa’s Radical Plan To Destroy Democracy (Desenmascarado: el corazón del plan radical de Antia para destruir la democracia).
Joe Biden, ¿aliado de Antifa?
Los estragos y mensajes anárquicos que ha dejado Antifa contrarrestan completamente con la definición que dio el demócrata Joe Biden sobre este movimiento en el primer debate presidencial que sostuvo contra Donald Trump. En aquella ocasión, evitó tacharlos con adjetivos peyorativos y se limitó a decir que se trataba de «una idea, no una organización».
Hoy, quienes apoyan esta «idea» han sido vistos atacando edificaciones. Como prueba de ello están los daños que causaron al irrumpir en las marchas que se hicieron contra los manifestantes que dieron su apoyo al expresidente Trump en noviembre. Ahora, van por más.
Ngo ha seguido la mecánica de Antifa por años. Comprende, entiende y habla ese lenguaje encriptado que hoy se deja cual migas de pan esparcidos en las plataformas de propagación de mensajes, donde cada vez ganan mayor cantidad de seguidores.
“(Los Antifa) se comunican entre sí a través de las redes sociales, a través de canales de chat cifrados (…) Pero en su mayor parte, son muy regionales e independientes entre sí, por lo que su desmantelamiento es muy difícil”, dijo.
El experto tiene también su opinión sobre cómo podría verse Antifa bajo la Administración Biden. A su vez, indicó que es incorrecto decir que este es un movimiento estrechamente aliado o conectado con el Partido Demócrata.
Aclaró que “desde que se supo en noviembre que Biden ganó las elecciones, ha habido alrededor de una docena de disturbios en el noroeste del Pacífico. En el noroeste del Pacífico es particularmente donde están más activos: Portland y Seattle”.
Sin embargo, las fuerzas policiales tampoco han hecho mucho por imponer el orden a estos grupos subversivos que aunque no estén organizados en una estructura jerárquica y no cuenten con una presencia digital activa per se, muchos usuarios en redes sociales se identifican abiertamente como simpatizantes.
“Recuerdo que los medios y los demócratas culparon a Donald Trump de toda esta violencia de Antifa. Sin embargo, aquí tenemos a Joe Biden en la Casa Blanca y Antifa sigue arrasando en las calles de Seattle, Portland y Denver”, dijo el senador Tom Cotton a Fox News, recientemente. Esto da una pista de cómo van funcionando las cosas.
¿Cómo Antifa toma fuerzas en las calles de EEUU?
Ya estas manifestaciones dejaron de ser las típicas muchachadas de jóvenes con ideales de una supuesta lucha contra el sistema. Son planeadas, metódicas, frecuentes. Hechas para causar daños y hoy se perciben como una muestra del quiebre a lo interno que puede haber entre los grupos que apoyan este pensar, según The Washington Post.
200 left-wing protesters are on the streets in Portland right now, with anti-Biden and anti-police messages.
"We are ungovernable," one sign says. pic.twitter.com/WLTFpJrS03
— Mike Baker (@ByMikeBaker) January 20, 2021
El diario estadounidense resalta que los manifestantes están descontentos con el presidente Joe Biden. En concreto, rechazan las ideologías centristas que creen que no harán lo suficiente para abordar el cambio climático, la desigualdad económica, el racismo y la guerra. Por lo tanto, es hora de cobrar el apoyo que le prestaron en las urnas electorales.
Esto, a juicio de los manifestantes, es razón suficiente para incrementar el caos en las calles. Por ejemplo, en Seattle los anarquistas y la rama del Frente de Liberación Juvenil de la ciudad recorrieron los vecindarios, gritando improperios contra Trump y Biden.
En Colorado, algunos manifestantes de Antifa provocaron desastres frente al Capitolio de Denver. Otros subversivos optaron por llevar sus destrozos a Portland, en Oregón. Desde el 20 de enero, la protesta se ha robustecido cada vez más, divulga Fox News.
Ahora, los manifestantes que algunos tachan de típicos insurgentes sin poder de convocatoria pueden traer dolores de cabeza a la Administración demócrata. No solo por las críticas que hay contra la llamada política centrista de Biden, sino también por la reacción en la ciudadanía, que espera medidas más certeras contra estas manifestaciones promotoras de disturbios y un desorden acelerado.