El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, oficialmente inicia funciones como el mandatario número 46 en la historia del país. Lo hizo en medio de una sobria celebración, donde reinó una seguridad extrema —con 25 000 militares desplegados en Washington— y un sinsabor, producto de los daños colaterales que ha causado la pandemia del coronavirus, en compañía de otros sucesos políticos que enlutaron la Casa Blanca.
Su intervención duró 21 minutos. Tras ser juramentado ante los escalones del Capitolio, Biden se dirigió a la ciudadanía con un moderado discurso de investidura. En su alocución se reflejaron varios aspectos importantes, como el escenario actual y los posibles retos a los que se enfrentaría la administración demócrata en los próximos cuatro años.
El discurso de Biden
Entre las frases que se rescatan de su disertación estuvo una apreciación en particular: “La democracia ha prevalecido”. Dicha afirmación abre la puerta a recordar los sucesos que marcaron esta contienda en electoral, en concreto el último de ellos, que fueron los disturbios dentro del Capitolio, el pasado 6 de enero.
En este hecho una turba de seguidores del expresidente Trump irrumpió ese día en las instalaciones del Congreso. La trifulca terminó con la muerte de cinco personas y la detención de al menos 60 más. Un suceso el cual Biden prometió que no ocurrirá de nuevo “ni hoy ni mañana”.
En la intervención de Biden hubo varias palabras clave que se rescataron, a medida que avanzaba su primera alocución como mandatario. Por ejemplo, aseguró que aún queda mucho para “curar” las heridas de Estados Unidos.
Del mismo modo, tocó de manera sutil un tema espinoso y que volvió con más fervor a la opinión pública: la raza. Allí, llamó a confrontar el “extremismo político, el supremacismo blanco y el terrorismo doméstico”.
La agenda de Biden
Tras la celebración y la juramentación, ahora toca lo práctico. Hasta el momento se estima que Biden firme casi dos docenas de acciones ejecutivas, entre ellas una orden para detener la construcción del muro fronterizo de Trump.
Otro de los dictámenes que el demócrata pretende revertir de la administración republicana es la posición frente al Acuerdo Climático de París, ya que volverá ceñirse por estas regulaciones.
De igual forma, está pendiente saber si efectivamente cancelará la prohibición establecida por Trump de viajar desde algunos países de mayoría musulmana, con el fin de proteger a Estados Unidos del terrorismo, reseñó The Epoch Times.
Posteriormente, Biden prevé regresar a la cuestionada Organización Mundial de la Salud, así como también revocar la aprobación del oleoducto Keystone XL, dijeron sus asesores el martes a la agencia The Associated Press.
La complicidad del Congreso
A partir de ahora, los demócratas tendrán mayoría tanto en la Cámara como en el Senado durante al menos los dos primeros años del mandato de Biden. Esto —en teoría— le permitirá la aprobación de ciertas legislaciones que han sido muy cuestionadas con anterioridad.
Su primera solicitud legislativa consta de un proyecto de ley de alivio del virus del COVID-19. En la propuesta se incluye un mandato de salario mínimo de 15 dólares la hora promovido durante mucho tiempo por el senador izquierdista Bernie Sanders
A su vez, Biden envió una propuesta de ley de inmigración al Congreso antes de la inauguración que otorgaría estatus legal a millones de extranjeros ilegales, reseñó también el portal conservador.
El adiós de Trump
Temprano en la mañana, Trump pronunció un discurso de despedida en la Base Conjunta Andrews antes de abordar el Air Force One en ruta a Florida. El presidente dijo a sus seguidores que “volverá de alguna forma”.
El ya exvicepresidente Mike Pence asistió al acto de juramentación del demócrata, quien a sus 78 años, se convierte en la persona con mayor edad en ostentar el cargo. También estuvo la mayoría de los legisladores estadounidenses. Los mandatarios anteriores, George W. Bush, Bill Clinton y Barack Obama asistieron en compañía de sus esposas.