
La repercusión de la salida de Donald Trump de la Casa Blanca no es poca. Afecta en gran medida a muchos líderes especialmente en el caso del Gobierno interino de Venezuela, que se conformó a partir de dicha administración republicana. Hoy su reconocimiento internacional pende de un hilo. Esto puede ocasionar un efecto aún mayor: el “cierre del grifo” económico.
Estados Unidos está atento a los tropezones del interinato, aunque no se mencione a viva voz. Presta su ayuda, es cierto, pero también cuida otros frentes. Por ejemplo, recientemente hubo un “freno sutil” del Gobierno norteamericano. Hasta los momentos, no se han aprobado los recursos del Gobierno interino para 2021 que corresponden a los fondos de la nación bloqueados en el extranjero. En caso de hacerse, solo contemplaría el primer trimestre del año.
Si se aprueba entre hoy y mañana —última oportunidad bajo la administración Trump— se haría efectivo en las semanas venideras. Sin embargo, queda la incógnita sobre qué ocurrirá con los próximos meses y lo más importante: ¿por qué se aprueba por partes?
De acuerdo con una fuente cercana al PanAm Post, esta táctica se usa con el fin de “evaluar” el desempeño y comportamiento del interinato en este margen de tiempo. Posteriormente, a inicios del segundo trimestre la administración de Joe Biden examinará si continúa aprobando la reconducción hacia el Gobierno interino de los fondos del Estado venezolano que se encuentran en la Reserva Federal de Estados Unidos. Estos dineros son los conocidos como “Fondo de Liberación”.
Los fondos para el grueso de la coalición opositora están en la mira. Necesitan pasar la revisión de marzo. Otro factor importante para recalcar el tema de la negociación. Si bien es poco factible que Biden reconozca a Maduro y no a Guaidó como representante del Gobierno de Venezuela, se pueden activar métodos alternativos de negociación, que se consideren efectivos para enfrentar al régimen. Esto podría a su vez congelar los fondos del llamado “Fondo de Liberación”.
Esto no es una opinión aislada. De hecho, el secretario de Estado nominado por Joe Biden, Anthony Blinken, dijo este martes, cuando fue cuestionado ante el Senado estadounidense que estaba de acuerdo con la decisión de reconocer a Guaidó, pero fue menos claro sobre el futuro de la política estadounidense con este país.
A su vez, se mostró y claramente frustrado por la falta de progreso. “Necesitamos una política eficaz que pueda devolver la democracia a Venezuela”, dijo en su intervención, según el periodista Joshua Goodman.
El escenario es poco alentador. En concreto, también la fuente agregó que “si los presupuestos del primer trimestre —desde enero a marzo— no se aprueban antes del 20 de enero, el Gobierno interino camina por una senda espinosa. No se sabe si Biden continuará apoyando la gestión interina al 100 %, cuando la administración demócrata percibe que hay otras oposiciones como ‘la mesita’ que está en la AN, el ala de Henrique Capriles y Stalin González, por nombrar algunos. María Corina Machado también está recibiendo atención”.
Los programas del interinato
Para el año en curso Estados Unidos aportó 33 millones de dólares para diferentes proyectos en defensa de la democracia. Dicha cantidad está contemplada en el presupuesto general de gastos del Gobierno norteamericano para el año fiscal 2021, documento que firmó el presidente Donald Trump.
Sin embargo, el periodista Joshua Goodman indicó que desde la presidencia estadounidense habría solicitado que el monto fuera de 205 millones de dólares por una posible transición que creían iba ocurrir durante este año.
EEUU incrementa financiamiento a programas de democracia dirigido a Venezuela a $33 millones (del actual $30 millones), según nuevo presupuesto que Trump firmo. Casa Blanca había solicitado $200 millones para 2021 creyendo que una transición estaba cerca. pic.twitter.com/f7oq5DP7KW
— Joshua Goodman (@APjoshgoodman) December 29, 2020
La curiosa distribución de las riquezas del Gobierno interino
Existen también otras iniciativas que el Gobierno interino usa para distribuir fondos, entre ellas está el plan de “Defensa de la Democracia”, en Venezuela. Este es un aporte de unos cinco millones de dólares que será administrado en al menos dos partes.
El plan de “Defensa de la Democracia” en Venezuela consta de abonos de diferentes montos (entre 50, 100 o 150 dólares) destinados a coordinadores, promotores, productores, entre otras personas. Tales fondos se distribuyen en los estados. La gestión para recibirlos está moderada por cuotas repartidas —en su mayoría— entre los partidos de la oposición.
“Esto es un fondo que debía caer el año pasado. Se recibió hace pocos días lo correspondiente a noviembre y diciembre. Con este programa de “Defensa de la democracia” la intención es ayudar a un grupo de venezolanos. Estos fondos se segmentaron por partidos. Cada tolda política tuvo una cuota que ellos tenían que incluir”, comentó una fuente cercana al PanAm Post.
¿Cómo funciona el programa de “Defensa de la Democracia?
El proyecto “Defensa de la Democracia” se considera un aporte tanto para la oposición como para la sociedad civil. “Es un estímulo para que se organicen, tengan esto como una ‘ayuda’ para la diferentes actividades en Venezuela”, recalcó la fuente. Para tener acceso a tales beneficios, desde el interinato se pidió un listado.
“Los partidos metieron a gente de las bases, por concepto de ayuda. A las personas que les llegó ese beneficio, en su mayoría, lo gasta en comida. ‘Necesito hacer mercado’, eso es lo único que se escucha”, reveló la fuente.
Los requisitos para ingresar constaban de los datos de las personas beneficiadas y que tuviesen cuenta de AirTM. Una vez que desde Estados Unidos se hizo una verificación legal y formal de identidad en la plataforma, este pago fue aprobado.
Los depósitos, de acuerdo con las declaraciones recogidas, se hacen por AirTM. Es la razón, como se conoce, de por qué Maduro mandó a bloquear dicha plataforma en su momento. Los primeros en verse afectados fueron los médicos que tuvieron el denominado beneficio “Héroes de la patria”, cuyo monto era de 300 dólares y fue el ensayo para abarcar a varios segmentos de la sociedad civil.
¿Cómo llega el dinero al Gobierno interino?
Actualmente, el dinero llega al Gobierno interino bajo dos modalidades. En primer lugar, existe el Fondo de Cooperación. Esto se califica como un dinero proveniente de la ayuda internacional para defender la democracia en Venezuela.
En concreto, esto es lo que Maduro llama “financiamiento al terrorismo”, porque es un fondo que gestiona Estados Unidos a Venezuela, relató la fuente cercana al PanAm Post. Es decir, se habla de la parte operacional.
De la misma forma, está la segunda modalidad, conocida como “Fondo de Liberación”. La diferencia entre ambos radica en que este dinero pertenece a las reservas del Estado venezolano, como tal.
Es decir, son los fondos públicos venezolanos que Estados Unidos maneja a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), organismo financiero dependiente del Departamento del Tesoro. Corresponde a este renglón la parte de gestión pública, es decir, el pago a funcionarios públicos, a los médicos y demás.
La legitimidad pende de un hilo
Estados Unidos sigue respaldando al Gobierno interino. Los voceros principales de la administración Trump se encargan de enfatizarlo en cada oportunidad. Para muestra, el secretario de Estado, Mike Pompeo, ratificó el apoyo a iniciativas como la consulta popular y el mandato del interinato en general. Sin embargo, no ocurre lo mismo con otras organizaciones internacionales.
It was inspiring to speak with Venezuelan Interim President @jguaido yesterday and to reaffirm our unwavering support for the champions of democracy in Venezuela.
— Secretary Pompeo (@SecPompeo) January 19, 2021
Sin embargo, la Unión Europea si muestra más cautela y comunicado emitido el 6 de enero es ejemplo de ello. Si bien explicó que considera que las elecciones del chavismo «no cumplieron con los estándares internacionales para un proceso creíble y para movilizar al pueblo venezolano a participar», también sostuvo que mantendrá «el compromiso con todos los actores políticos y de la sociedad civil que luchan por devolver la democracia a Venezuela, incluido en particular Juan Guaidó y otros representantes de la Asamblea Nacional saliente elegida en 2015».
Guaidó se juega el respaldo de la comunidad internacional sobre la endeble base legal de la ampliación del mandato del Parlamento y con ello el interinato. Si logra este reconocimiento seguirá con el manejo de fondos y recursos del Estado venezolano en el extranjero.
No obstante, el tablero puede tambalearse en caso de que se concrete un cambio de política en la Casa Blanca, puesto que los asesores de Joe Biden han sugerido en muchas oportunidades la posibilidad de hacer un trueque: elecciones por sanciones.
Si este escenario se cumple, no solo las organizaciones internacionales estarán en contra de Guaidó, la ciudadanía que una vez lo apoyó también puede venir a cobrar el timo que habría sido la hoja de ruta y de último, toda la parafernalia del interinato.