La agenda de la coalición opositora venezolana se mantiene incólume. A pesar de los múltiples tropiezos que han llevado al desgaste de su imagen frente a la ciudadanía, el plan del Gobierno interino a cargo del presidente Juan Guaidó se basa en insistir para fortalecer la coalición internacional, generar presión a través de la movilización interna y la búsqueda de garantías en el marco para la transición.
En un entrevista al diario español El País, el líder de la oposición dijo que estos puntos, planteados hace casi 24 meses y todavía sin un cumplimiento cercano, deberían seguir sobre la mesa a partir del 5 de enero. En esta fecha el también presidente de la Asamblea Nacional tiene en mente hacer la instalación del nuevo periodo del Parlamento venezolano, con el aval que, en su opinión, le dan los números de la consulta popular, así como la Constitución y la figura de continuidad institucional.
El mandatario venezolano evita llamar “errores” a las estrategias llevadas a cabo por el interinato. Sus resultados no se han concretado, a pesar de contar con innumerables recursos que anteriormente la oposición no tenía. Entre ellos, el apoyo incondicional de Estados Unidos, la Unión Europea y el reconocimiento como Gobierno de al menos 60 países. Ahora, Guaidó se enfoca en mostrarlos como factores que es necesario mejorar a corto plazo.
“Lo primero, generar certeza de que va a haber una transición, dar garantías precisas a todos los sectores. Un ejemplo puntual es cómo mejorar un proceso como el de Noruega o lo que pasó el 30 de abril. Las garantías son esenciales para generar presión y dilemas a la dictadura. Y el otro elemento importante es el manejo de la construcción de consensos efectivos. ¿Qué quiere decir esto? La unidad, que tiene que ser en dos sentidos: la estabilidad y la gobernabilidad, pero también tiene que ser audaz”, relató a El País.
El mensaje encriptado en el discurso de “elecciones libres”
La cuestión de las garantías para lograr el fin del régimen de Maduro es recurrente en el discurso de Guaidó. Se empecina en hablar de las elecciones parlamentarias y presidenciales como la solución al problema. Sin embargo, deja abierta una interrogante: ¿se permitirá la presencia del chavismo en unos comicios bajo las condiciones que exige el interinato?
La idea de una participación chavista en las elecciones libres que pretende conseguir Guaidó no es descabellada. De hecho, es el discurso al que se han plegado varios dirigentes opositores desde hace algunos meses, como Leopoldo López, su compañero de partido y coordinador general del Centro de Gobierno.
“La solución del conflicto pasa por elecciones presidenciales y parlamentarias. Más que negociación me gustaría hablar de garantías para lograr una elección. Para eso necesitamos presión, forzar, porque voluntariamente Maduro ha demostrado no acceder a una negociación (…) Cambio la palabra negociación para hacerla más específica y poner sobre la mesa garantías a todos los sectores para lograr una elección presidencial y parlamentaria para así no distorsionar el concepto, porque Maduro lo ha vuelto incluso peyorativo al mal utilizarlo”, agregó al medio español.
La ciudadanía mira con escepticismo y apatía estas estrategias, que no la han satisfecho desde el primer día. Hay muchos factores y dirigentes de la propia oposición que juegan en contra del Gobierno interino para lograr salir de la dictadura de Maduro. Eso es un secreto a voces.
La ilegitimidad en ambos bandos
Y así, a casi dos años del inicio del interinato, Venezuela está ahora a menos de un mes de enfrentarse a un escenario político bastante complicado.
Por un lado, está el régimen de Maduro que habla de legitimidad en unos comicios írritos que no cuentan con el reconocimiento de la comunidad internacional. Ahora, por otro lado, se ve un Gobierno opositor que sigue atascado con una estrategia que no termina de consolidarse y cuyo tiempo constitucional está por terminar.
A pesar de tener este panorama sobre la mesa, tanto Juan Guaidó como su comitiva prefieren mirar hacia otro lado. Siguen hablando de transición y no toman el camino que el ala radical de la oposición ha propuesto.
“Nuestro gran mandato es salir de la dictadura, lograr la transición y elecciones libres. Todo lo que vaya orientado en esta dirección funcionará. Verlo de otra manera es darle la razón a la dictadura”, sostiene Guaidó con vehemencia. Unas palabras que se pueden escuchar en cualquier discurso de 2019 o incluso en las alocuciones de 2020.
No obstante, y en vista de la esterilidad de las negociaciones en Noruega y otras propuestas a lo largo de casi dos años, peticiones de los líderes como María Corina Machado lucen como las más factibles a escasas semanas de que el régimen de Maduro active su maquinaria para pulverizar la Asamblea Nacional.