No es secreta la batalla que ha librado el presidente Donald Trump contra los llamados mainstream media. Periódicos, cadenas de televisión e incluso Twitter y Facebook han tenido una cantidad considerable de desencuentros con el mandatario, que han llegado hasta el Senado estadounidense. Por un lado, estas plataformas favorecieron al demócrata Joe Biden, limitando la difusión del escándalo que involucra a su hijo Hunter Biden con un presunto tráfico de influencias y negocios millonarios con chinos, rusos y ucranianos de dudosa credibilidad. Por el otro, también debieron comparecer ante el Senado por injerencia en las elecciones, tras censurar reiteradamente los mensajes del republicano y su equipo.
Ahora se suma un nuevo actor a la batalla: YouTube. La plataforma de reproducción de videos más usada del planeta fijó este miércoles su mira en un punto particularmente álgido en la opinión pública.
Se trata de la censura a las denuncias sobre la ejecución de un presunto fraude electoral. Algo que el líder republicano ha interpretado como una violación a la libertad de expresión.
YouTube busca blindar a Biden
YouTube empezó a implementar una nueva política que busca desaparecer todas las informaciones que, según el sitio web, desconozcan la victoria del demócrata Joe Biden. Tal como lo argumenta:
El 9 de diciembre, empezamos a aplicar a las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos nuestra política de integridad en elecciones presidenciales, lo que significa que eliminamos contenido subido el 9 de diciembre o a partir de esa fecha que engañe a la gente argumentando que hubo errores o fraude generalizado que cambiaron el resultado de la elección presidencial de 2020 en Estados Unidos. En la medida en que potenciemos la aplicación, eliminaremos sin advertencia previa los videos infractores. Comenzaremos a emitir advertencias para los contenidos nuevos que se suban después del día de la toma de posesión, el 20 de enero de 2021.
Este miércoles, la plataforma que se desarrolla como una filial de Google desde 2006, no tuvo miramientos y aseveró que eliminará cualquier video que afirme que un fraude electoral generalizado pudo haber cambiado el resultado de los comicios presidenciales de 2020.
La sentencia de YouTube sin proclamación oficial
La decisión que toma YouTube surge una vez que ha pasado el plazo para que los estados resuelvan las disputas sobre los resultados, también conocida como “fecha de puerto seguro”. No obstante, existen todavía demandas abiertas. La más reciente está en la Corte Suprema impulsada por Texas, con el apoyo de al menos 17 estados republicanos.
En otras palabras, no hay un ganador proclamado en las elecciones estadounidenses de manera oficial. Sera el 14 de diciembre cuando los electores estatales emitan sus votos, en caso de que la demanda impuesta por Texas no prospere y no se produzca ningún aplazamiento.
Una acción de esta naturaleza —a todas luces vista como privación de libertad de expresión— indica que a pesar de que se encuentran activas demandas e investigaciones en torno a las posibles irregularidades, el mainstream media silencia el reclamo de Trump y de los republicanos que se hacen eco. Aunque la última palabra la tiene la Corte Suprema, YouTube ha decido adjudicarse funciones de máximo tribunal y, sin juicio previo, dictar sentencia.
Las medidas de YouTube: ¿Un nuevo favor a Biden?
La benevolencia de los grandes medios de comunicación para con el exvicepresidente ha sido notoria. La limpieza que tratan de hacer de su imagen se aplica de manera rigurosa. Los ejemplos más significativos van de la mano de las tres grandes plataformas masivas: Facebook, YouTube y Twitter.
Facebook y Twitter han llevado su estrategia a un punto en el que el Senado tuvo que intervenir sobre lo que hacían estas compañías, particularmente respecto a la censura que aplicaron a la difusión del artículo del New York Post que revelaba los supuestos negocios millonarios de Hunter Biden, hijo de Joe Biden, con compañías rusas, chinas y ucranianas.
Durante la Convención Demócrata, celebrada en agosto, se puso de manifiesto el sesgo político a favor de la campaña presidencial de Joe Biden. La maniobra se detectó en la presunta manipulación de los números con relación a las expresiones «me gusta» y «no me gusta», durante la transmisión de las primeras dos noches de ese evento.
De acuerdo con reportes del periodista Miguel Moreno, de The Epoch Times, durante la primera noche de la Convención Virtual del Partido Demócrata, los tres canales que transmitieron en vivo por YouTube exhibieron una constante: los «no me gusta» eran igual o incluso mayores a los “me gusta”. Curiosamente, a la mañana siguiente, estos números habían desaparecido y la balanza se inclinaba ahora a favor de los «me gusta».
Las cifras terminaban por invertirse, para dar la sensación al espectador de que en realidad los índices de aceptación superaban a los de desaprobación.
Las pruebas presentadas por Moreno indican que en el canal oficial de Joe Biden hubo un descenso de 5800 «no me gusta» a 3300 de un día para otro, mientras que en la transmisión de la NBC se verificó idéntico patrón, y los números fueron de 5100 «no me gusta» a 2800, una vez finalizado el evento.