
Se llama Adolf Hitler. Y ganó unas elecciones de manera democrática. Sin embargo, las comparaciones, que en cierto modo resultan odiosas, quedan hasta ahí y luego pasan a diluirse en caminos completamente opuestos. Este funcionario resultó electo en unas elecciones regionales en Namibia.
Adolf Hitler Uunona es un concejal municipal que ahora se ha convertido en el nuevo administrador del distrito de Ompujdja, en la región de Oshana, en el norte del país, donde resultó victorioso en los comicios con una mayoría de 84,88 % votos a su favor.
A su vez, se guardan las distancias en las ideologías. Uunona representa al SWAPO (siglas en inglés de Organización Popular del Suroeste de África), el partido gobernante y cuyo origen está vinculado al movimiento antiapartheid.
El periódico alemán Bild le cuestionó por esta particularidad. Ante ello, las bromas surgieron y aclaró “que tenga este nombre no significa que quiera dominar Oshana”.
Adolf Hitler Uunona explica al rotativo alemán que su padre le puso el nombre probablemente porque “no entendió lo que representaba” ni lo que hizo el supremacista blanco. Mientras fue niño, vivió su nombre con normalidad, pero cuando se dio cuenta de a quién encarnaba, la cosa cambió.
Contrario a lo que se suele pensar, Adolf es un hombre común en este territorio. Namibia fue una antigua colonia germana. Aunque quedó bajo el control de Sudáfrica después de la Primera Guerra Mundial y posteriormente, obtuvo la independencia en 1990, todavía tiene muchas ciudades con nombres alemanes y una pequeña comunidad de habla alemana.
Uunona también rindió declaraciones a la AFP. Las preguntas que surgen en torno a su nombre terminan por ser las mismas y esto conlleva al hastío por saber que su nombre sea lo que le dé notoriedad y que esté eclipsando su objetivo principal: gobernar por el bien del país.
“Realmente no hay razón para que estemos aquí sentados hablando de mi nombre (…) ¿Cómo contribuirá esto al desarrollo de Namibia?”, se lamentó.
Entre 1884 y 1915, Namibia formó parte del territorio alemán llamado África del Sudoeste Alemana. El Imperio Alemán mató a miles de personas durante una revuelta entre 1904 y 1908 por parte de los habitantes locales Nama, Herero y San, en lo que algunos historiadores han llamado “el genocidio olvidado”.
A principios de 2020, Alemania ofreció oferta de 12 millones de dólares a Namibia por reparaciones, diciendo que continuaría negociando una “oferta revisada”, según El Mundo.