El número dos del chavismo, Diosdado Cabello, usó a su favor nuevamente el hambre y la crisis que atraviesa la ciudadanía venezolana. Como de costumbre soltó varias amenazas con el objetivo de manipular a los pocos venezolanos que se detuvieron a escucharlo para que vayan a las urnas electorales y voten en unas elecciones parlamentarias tachadas como fraudulentas a nivel internacional.
El cierre de campaña que hiciera el personero del chavismo durante un acto del Gran Polo Patriótico (GPP), en el estado Carabobo, sirvió de escenario para los nuevos improperios que se atrevió a lanzar: “El que no vota, no come. Para el que no vote, no hay comida. El que no vote, no come, se le aplica una cuarentena ahí sin comer”.
Diosdado Cabello: “El que no vota, no come. Para el que no vote, no hay comida. El que no vote, no come, se le aplica una cuarentena ahí sin comer”. pic.twitter.com/cWYeNUpwBm
— Gabriel Bastidas (@Gbastidas) November 30, 2020
Estas declaraciones del exmilitar, en el calor de una campaña electoral totalmente desconectada de la realidad, no son espontáneas o producto de su histrionismo. La interpretación es sencilla: surge como una amenaza de Cabello que se dirige principalmente a los sectores más vulnerables del país. El grueso de esta población depende de misiones, subsidios y demás planes del Gobierno.
Y es que esta táctica es uno de los últimos recursos que utiliza el chavismo en su cruzada por querer dar un tinte por demás mínimo de legitimidad a unas elecciones parlamentarias que no gozan de reconocimiento en la comunidad internacional. Un evento fraudulento que pretende acabar con la Asamblea Nacional venezolana legítima y que actualmente se encuentra en poder opositor.
Las tácticas para jugar con el hambre del venezolano
La dictadura ha recortado de manera drástica el gasto en educación, atención médica e incluso ayuda alimentaria. El año pasado, solo 4 % de los venezolanos ganaron lo suficiente para satisfacer sus necesidades básicas, según una encuesta realizada por las universidades públicas más prestigiosas del país, reseñó Infobae.
Ahora, el chavismo, convertido en un pequeño castillo de naipes, sigue desmembrando trozos de su discurso socialista para dárselo a los venezolanos. Todos ellos habrían resultado infructuosos. Sin embargo, ahora jugar con el miedo o peor, el hambre de un pueblo, parece ser el cartucho que faltaba por usar.
Con el tiempo se ha aprendido que las amenazas de Diosdado Cabello no son vacías. Por el contario, son una consecución de lo que el régimen ha venido realizando. La función del dirigente del PSUV es usar a su favor el miedo que generan estas persecuciones.
Un ejemplo fue la persecución hecha recientemente por los personeros del chavismo a la organización benéfica de alimentos “Alimenta la Solidaridad”. Esta ONG es señalada y perseguida bajo las acusaciones de canalizar donaciones extranjeras para la subversión política.
Dicha organización atendía al menos a 25.000 niños en toda Venezuela de acuerdo con uno de sus representantes, Roberto Patiño. Esto se hace a través de la gestión de decenas de comedores populares en zonas de clase trabajadora.
El almuerzo que esta ONG a menudo les proporciona a los niños es su única comida diaria, según entrevistas de The New York Times a docenas de beneficiarios durante los últimos dos años. “Las consecuencias de esto serán brutales”, aseveró Susana Raffalli, nutricionista y activista venezolana.
El calvario del hambre que sufren los niños en Venezuela
Un informe patrocinado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y reseñado por el The Wall Street Journal (WSJ) reveló que el 13 % de los niños menores a cinco años sufren un retraso en el crecimiento por la malnutrición.
Según el indicador talla-edad, a menos 30 % de los niños en Venezuela registra desnutrición crónica. Esta cifra es solo comparable con países de África como Nigeria y Camerún. Una situación que dejará irreversibles secuelas a largo plazo.
El estudio revela que los niños de hoy en Venezuela morirán antes de tiempo. Explica que quienes han nacido entre 2015-2020 y siguen viviendo en el país tendrán un promedio de 3,7 años menos de vida, frente ala pronosticado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Un escenario posible debido a las paupérrimas condiciones y la decadente alimentación de la población.
Venezuela alcanzó los niveles de los países más empobrecidos del mundo y con mayor inestabilidad política. En la actualidad ocupa el segundo lugar, detrás de Nigeria, en cuanto a pobreza y desigualdad.
Además, la encuesta concluyó que la inseguridad alimentaria alcanzó el 100 % de la población en aproximadamente 20 municipios de Venezuela.