El brazo legal del presidente Donald Trump, encabezado por su abogado personal, Rudy Giuliani, tiene en la mira un nuevo enfoque para dar solidez a la ofensiva de la campaña del presidente estadounidense y se suma a las denuncias que han hecho llamando al “fraude” electoral. Se trata de la certificación de resultados electorales.
Existen lapsos para cumplir con la certificación de resultados. Si los funcionarios electorales no pueden certificar a tiempo los resultados, por algún retraso, las legislaturas estatales —algunas en poder de los republicanos— podrían intervenir y hacer los nombramientos correspondientes.
Esto, en casos determinantes, podría dar una hipotética vuelta para favorecer a alguno de los candidatos, debido a que entre las peculiaridades para elegir a un presidente en Estados Unidos figura la diferencia del voto popular y el voto del colegio electoral. El 3 de noviembre se dio el voto popular.
Como se certifican los resultados electorales en EE.UU.
Los funcionarios del condado deben contar todas las boletas, verificar los totales y asegurarse de que cada voto válido fue incluido. De allí, se informa de sus recuentos finales al estado. El representante electoral principal —el secretario de Estado— reúnen los resultados y se presentan al gobernador.
No obstante, el voto popular no determina directamente quién gana la presidencia de la República. Esto no es algo que sea vinculante con el voto de los colegios electorales. En ningún sitio está escrito que los electores estatales deban votar al candidato más votado. Se hace por costumbre, pero no es ley.
Para ser electo como presidente de Estados Unidos es necesario obtener al menos 270 de los 538 votos electorales. El voto popular escoge por estado a los 538 miembros del Colegio Electoral que emitirán sus votos para elegir al jefe de Estado.
Aunque cada uno de los 50 estados tiene sus propias normas, la ley federal establece una fecha límite común para que terminen los procesos. El último estado en certificar será California, que lo hace el día 11 de diciembre. El 12 de diciembre es el plazo final para la certificación de los resultados y esto suele determinar hacia donde votarán los electores estatales.
Posteriormente, el 14 de diciembre será cuando los electores estatales emitan su voto.
Los movimientos del brazo legal de Trump
Uno de los movimientos que da pie a conjeturas sobre la apuesta al posible retraso de las certificaciones de los resultados —que implica un complemento a las denuncias— ocurrió en Míchigan. Dos republicanos trataron de frenar la certificación de los comicios del condado de Wayne, donde está la ciudad de Detroit, al votar en contra en una reunión de la junta electoral.
Este proceder, marcado como inédito en una elección, surge varios días después de que la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany denunciara que en este condado se recabaron numerosas irregularidades gracias a diversos testigos. Dichas denuncias se encuentran inmersas en 234 páginas de declaraciones juradas de fraude, dadas a conocer por McEnany en Fox News la semana pasada.
“Estas personas están alegando que había un lote de boletas donde el 60 % tenía la misma firma. Están diciendo que 35 boletas no tenían registro de votantes, pero se contaron de todos modos. También, 50 papeletas se procesaron varias veces a través de una máquina de tabulación. Una mujer dijo que su hijo había fallecido, pero que de alguna manera votó”, enumeró la representante de Trump en el encuentro.
Tras dos horas de tumultuosas discusiones, la junta electoral volvió a votar. Y, aunque esta vez, certificó unánimemente el resultado. La única condición de los republicanos fue que se investigue porqué el número total de votos no cuadra con la cifra total de firmas recogidas en la ciudad de Detroit.
La campaña de Trump había presentado una demanda en Michigan para impedir la certificación. Sin embargo, Giuliani afirmó que fue desestimada aunque habían logrado su objetivo: se realizará una auditoría de la elección.
Las ciudades en la mira de la campaña de Trump
La campaña de Trump se ha enfocado en las certificaciones en Filadelfia (Pensilvania), Milwaukee (Wisconsin), Atlanta (Georgia) o Phoenix (Arizona).
De acuerdo con el calendario electoral, que también es reseñado por The New York Times, Georgia es la próxima en hacer la certificación estatal, este viernes. El procedimiento está a cargo del secretario de Estado de Georgia, el republicano Brad Raffensperger. Sin embargo, de haber alguna disconformidad, la campaña de Trump todavía podría pedir un recuento automático de los votos.
Míchigan y Pensilvania —en teoría— tendrían que hacer su certificación este lunes. La encargada de recibir los datos en Pensilvania es Kathy Boockvar, la secretaria de Estado. Aunque no hay fecha límite, este día podría darse por terminado este proceso en dicho estado.
Por otra parte, en Michigan, ya existe una reunión programada para el lunes que busca revisar y certificar los resultados previamente certificados por los consejos de escrutinio de cada condado, una vez pasado el incidente en el condado de Wayne. A su vez, Trump ha invitado a los legisladores republicanos de Míchigan a la Casa Blanca el viernes.
La certificación en Minnesota, Nevada y Carolina del Norte es la siguiente y está pautada para el 24 de noviembre. En Minnesota ganó Biden, mientras que Trump ganó Carolina del Norte.
Sin embargo, en Nevada actualmente hay una demanda abierta por el equipo legal de Trump. Allí se afirma que Trump ganó. Anteriormente, varios referentes republicanos denunciaron la existencia de miles de «votos ilegales» emitidos por personas que actualmente no viven en el estado.
Al respecto, el exfiscal general de Nevada, Adam Laxalt, afirmó que activaron una demanda judicial, cuyo fin es exigir a las cortes que detengan el escrutinio de esos llamados «votos indebidos». En ese orden, el abogado habló de 10 000 «votos ilegales», reseñó Fox News.
Ohio, estado que ganó Trump, será certificado el 28 de noviembre, mientras que el lunes 30 de noviembre se hará lo propio con Arizona, Iowa y Nebraska. En Arizona de manera concreta los republicanos pidieron a un tribunal que pospusiera la certificación en el condado de Maricopa, que incluye a Phoenix.
Para cerrar, queda Wisconsin. La campaña de Trump busca en este territorio un recuento parcial. En caso de proceder, debería estar completo en la fecha límite. Una vez terminado este procedimiento, tocaría el paso siguiente: la Comisión Electoral de Wisconsin se reunirá para certificar los resultados en todo el estado.