El demócrata Joe Biden hizo un sinfín de promesas electorales en busca de votos para su campaña. Ahora, pasado el 3 de noviembre y sin tener todavía resultados claros sobre el ganador de las elecciones presidenciales, en la mente del exvicepresidente —quien ya se da por vencedor— se fijó el objetivo de cumplir desde este momento con la “agenda progresista y agresiva” que había pautado a lo largo de este año.
La subdirectora de su campaña, Kate Bedingfield, ahondó en este tema al ser entrevistada en NBC News. Allí habló sobre los planteamientos más “agresivos” que lleva la agenda de Biden. Una táctica vista a todas luces como un modo de congraciarse ante el ala radical de los demócratas, donde está una de sus figuras más incendiarias: la congresista Alexandria Ocasio-Cortez.
Bedingfield se pliega al discurso de victoria esgrimido por varios medios de comunicación y asegura que “el vicepresidente Biden hizo campaña con una agenda increíblemente progresista y agresiva. Por ejemplo, su plan climático. Es el plan climático más audaz que jamás haya presentado un candidato que se postula para presidente y ahora es presidente electo”.
Al echar un vistazo sobre ese tema, la seguidora y representante de Biden reiteró que “él va a cumplir con esos compromisos”.
El escepticismo del ala radical de los Demócratas
El incentivo a cumplir es obligatorio. Aunque a nivel electoral se cuenta con un panorama difuso, marcado por demandas e investigaciones federales impulsadas desde la Fiscalía General, Biden tiene algunas deudas que saldar con el ala radical del partido que aún se muestra escéptica.
Un ejemplo de este escepticismo está en las declaraciones de Ocasio-Cortez, quien ganó su reelección al Congreso, al postularse por Nueva York y relató al New York Times que “la historia del Partido (Demócrata) tiende a ser que nos emocionamos mucho con las bases para ser elegidos. Y luego esas comunidades son rápidamente abandonadas justo después de las elecciones”.
Recordemos también que la senadora Kamala Harris, quien hoy le acompaña en su fórmula presidencial, en una oportunidad le increpó con el tema racial e insinuó que el exvicepresidente estadounidense era racista por haber colaborado con diputados conocidos por ser «segregacionistas».
Ante esta expectativa, el exvicepresidente Biden, quien hoy se ve a sí mismo como el vencedor de las elecciones presidenciales de 2020, usa un discurso tibio que comulgue con todas las facciones de su tolda política, en especial con la más radical, un hecho que deja ver hacia dónde pretende llevar sus políticas de Estado.
Los otros apoyos a la candidatura de Biden
Biden también recibió apoyos de lideres de izquierda de EEUU y de otros lugares que apoyan sus medidas de corte progresista.
En primer lugar, figuró el apoyo que se ha suscitado por parte del líder del Partido Comunista Revolucionario de Estados Unidos, Bob Avakian, quien exhortó en agosto a sus seguidores a prestar su respaldo a Biden por medio del voto en los comicios de noviembre.
Esto sin duda es un movimiento que despierta sospechas sobre lo que puede llegar a ocurrir, en caso de que Biden llegue al poder, hecho que no se ha consolidado debido a que todavía se encuentra en disputa legal el conteo de votos en cuatro estados del país.
Otra figura representativa de la izquierda que le ha hecho guiños importantes a Biden ha sido el senador colombiano de izquierda y exmilitante del grupo guerrillero M-19, Gustavo Petro. Este ha sido una voz particular de apoyo, al mostrar su respaldo a las políticas económicas de corte socialista que propone el candidato del Partido Demócrata.