“Esta elección no ha terminado”. Esta es la frase lapidaria que hoy sostiene la campaña del presidente Donald Trump y es una respuesta frontal al candidato demócrata, Joe Biden, quien tomara una ligera delantera en Pensilvania y Georgia en el conteo de votos que siguió este viernes, algo que pudiera ser impugnado debido al estrecho margen entre los contendores.
La afirmación se desprende de un comunicado emitido por la campaña de Trump y va en consonancia con las numerosas batallas legales —tanto en Pensilvania como en otros estados claves— que está librando el mandatario.
Ahora, con base en los números que se dieron a conocer este viernes, no se descarta un reconteo en Georgia, otro territorio “bisagra” cuyos resultados siguen en demora. No obstante, la campaña ya lo da por hecho.
En el comunicado se lee en sus primeras líneas que “esta elección no ha terminado. La falsa proyección de Joe Biden como ganador se basa en resultados en cuatro estados que están lejos de ser definitivos. Georgia se dirige a un recuento, donde confiamos en que encontraremos boletas recolectadas incorrectamente y donde el presidente Trump finalmente prevalecerá”.
This election is not over. pic.twitter.com/0WJGtgqKxX
— Team Trump (Text VOTE to 88022) (@TeamTrump) November 6, 2020
A su vez, la campaña de Trump señaló que “hubo muchas irregularidades en Pensilvania, incluido el hecho de que los funcionarios electorales impidieran que nuestros observadores legales voluntarios tuvieran acceso significativo a los lugares de conteo de votos”.
¿Cuáles son las irregularidades que alude la campaña de Trump?
El equipo del presidente estadounidense ha estado atento a las irregularidades cada vez mayores en cada jurisdicción. Por ejemplo, en Nevada varios referentes republicanos denunciaron la existencia de miles de “votos ilegales” emitidos por personas que actualmente no viven en el estado.
Al respecto, el exfiscal general de Nevada, Adam Laxalt, afirmó que activaron una demanda judicial, cuyo fin es exigir a las cortes que detengan el escrutinio de esos llamados “votos indebidos”. En ese orden, el abogado habló de 10 000 “votos ilegales”, reseñó Fox News.
“Estamos confiados en que existen miles de personas cuyos votos fueron contados pero que se mudaron del estado durante la pandemia”, señaló Laxalt.
Del mismo modo, Ric Grenell, exdirector nacional de inteligencia, explicó que en Nevada, cuando una persona no vive hace 30 días en el estado, no puede votar.
“Las boletas no son votos legales hasta que son chequeados y el problema es que las máquinas contaron esas boletas y las tiraron, y el Gobierno no nos deja chequearlas”, agregó Grenell, delimitando una diferencia clave entre “las boletas y los votos legales”.
Sumado a ello, Pensilvania ha sido otro de los estados que cedió a las peticiones de carácter legal que hiciera Trump. Este jueves se conoció que el candidato republicano ganó la demanda que había interpuesto para desafiar el escrutinio en dicho territorio.
Dicha decisión judicial favorece al mandatario estadounidense, pues permite a los observadores de su equipo supervisar más de cerca el conteo de votos.
El problema del voto por correo
Las irregularidades han marcado estos comicios en varios aspectos. Desde agosto el presidente Trump había denunciado las irregularidades existentes en la votación por correo y señaló que podría habilitar un fraude electoral. En octubre, Nueva York le dio la razón.
Se trató de un “error” que alcanzó cerca de 100 000 boletas electorales declaradas inválidas. Los funcionarios electorales encargados de su distribución enviaron las boletas con los nombres y direcciones incorrectos.
Esto no fue un hecho aislado. Dos semanas antes de darse a conocer este caso, el Departamento de Justicia recuperó papeletas militares que habrían sido «desechadas accidentalmente».
Sin embargo, Joe Biden siempre blindó su discurso frente a estas conjeturas que aludían el riesgo del fraude electoral. Durante el primer debate que sostuvo contra Trump llamó a los ciudadanos a animarse a votar por correo. En dicha oportunidad, afirmaba que es un sistema que ha funcionado por años.
En estas elecciones se recibieron 64 millones de sufragios por vía postal antes del 3 de noviembre. La participación de votantes supera las 140 millones de personas. Es decir, alrededor de 40 % de los votos se emitieron por correo.