La salida de Leopoldo López de la Embajada de España en Caracas y su posterior llegada a Madrid este domingo dejó incertidumbre en la oposición y levantó costras en el chavismo. Una movida arriesgada que trajo un sismo al terreno político venezolano. Esto ocurrió a pocas semanas de los comicios fraudulentos del 6 de diciembre y de una consulta de la oposición que se espera para los próximos días pero cuya fecha no ha sido anunciada.
Por una parte, los dirigentes opositores, en especial el presidente interino Juan Guaidó, quien milita en la misma tolda política de Leopoldo López, quedan sin una figura simbólica de fuerza en su territorio. Por otro lado, el chavismo dejó ir una de las joyas de la corona de la oposición. Una movida que puede pasar factura con un alto costo político.
El panorama de la oposición de por sí venía difuso. Con la pandemia, fue cuestión de meses para que el pesimismo en las filas de los que se oponen a Nicolás Maduro se expandiera con el exilio de otros dirigentes desde el inicio de este año, a causa de la persecución del régimen. Una iniciativa que lapida poco a poco las esperanzas de los venezolanos de salir de la dictadura.
Ahora, con la propuesta de una “consulta popular” a cuestas en un país sumido en una grave crisis humanitaria, una aguda escasez de gasolina, precariedad de los servicios públicos y una pandemia que amenaza a la población, la oposición parece quedar a la deriva. La imagen de la dirigencia opositora se muestra desgastada por todos sus flancos. Cada vez hay menos líderes enfrentado al régimen dentro del país. Mientras tanto, los venezolanos se muestran escépticos ante cualquier movimiento que no sea certero contra el chavismo.
El chavismo y la teoría de fuga de Leopoldo López
La salida de Leopoldo López por la frontera colombiana, según reseña El Mundo, no pasó por debajo de la mesa. Diosdado Cabello fue uno de los primeros funcionarios del chavismo en pronunciarse. Su discurso, siempre incendiario, se acentuó contra las autoridades españolas.
Sus cuestionamientos los dirigió directamente contra Jesús Silva, el embajador español que cederá su puesto a Juan Fernández Trigo. Cabello no dudó en acusarlo de facilitar la huida del “cobarde” López, como lo tachó durante un acto de campaña.
Al respecto, Cabello aseveró que “los huéspedes no huyen. Te garantizo que al ser huésped, el embajador lo acompañó hasta la puerta o hasta el carro que se lo llevó”.
Según afirmó el fin de semana una fuente a PanAm Post, la salida de López habría contado con la autorización del régimen de Nicolás Maduro, previa notificación de la Embajada de España al Palacio de Miraflores. Se trataría de un acuerdo con Estados Unidos, alcanzado en una reunión secreta que se llevó a cabo en septiembre en México.
El encuentro no oficial se habría celebrado entre el chavista Jorge Rodríguez y el enviado por la Casa Blanca, Richard Grenell. En la reunión se discutió la liberación de los directivos de Citgo, detenidos en Venezuela en noviembre de 2017, así como también la autorización para que Leopoldo López saliera del país.
Ante este escenario, todo parece indicar que el régimen de Maduro habría negociado con Estados Unidos y se habría comunicado con la Embajada de España en Caracas a espaldas de Diosdado Cabello. Para el segundo hombre del régimen, tener a Leopoldo López encerrado era un trofeo. López era un preso de Cabello. La exfiscal general Luisa Ortega Díaz, confesó luego de su salida del país que Cabello la presionó para amañar el juicio contra López.
Los daños colaterales y la persecución de la policía política
Como era de esperarse, ante una presunta fuga de esta naturaleza el régimen necesitaba un chivo expiatorio. Sea quien sea. El Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebín) se encargó de buscar a los supuestos cómplices de López. La retaliación vino para Nubia Campos, cocinera de la familia López que le había estado suministrando alimentos durante su encierro.
El diario El Mundo también informó sobre la detención de José Jerjes Neira, vigilante privado de la embajada, así como otras tres personas vinculadas con López, cuyas identidades todavía no han sido reveladas.
El Sebín también detuvo a dos escoltas que habían trabajado para el matrimonio López-Tintori. A su vez, se realizaron allanamientos en edificios donde viven miembros del personal de la embajada.
El Ministerio de Exteriores de España se pronunció ante estas acciones con una severa crítica. “España condena las detenciones de personal laboral de su embajada así como los registros producidos en domicilios de personal adscrito a la misma, actos que suponen un incumplimiento de las obligaciones contenidas en la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas”.
Leopoldo López fue condenado a 14 años de cárcel tras ser acusado de liderar los actos violentos en las marchas que se realizaron como parte del movimiento “La Salida” en 2014. Fue liberado en abril de 2019 en medio de la fracasa “Operación Libertad”. Tras mantenerse como huésped en la Embajada de España por más de año y medio, llegó a Madrid, a reunirse con su esposa, Lilian Tintori, y sus tres hijos.
Los mensajes que proyecta Leopoldo López al mundo
El primer pronunciamiento de López dejó varias lecturas. En primer lugar dejó un mensaje a los venezolanos y les prometió que continuará su trabajo desde el extranjero.
De la misma forma, deja una impresión de cómo las alianzas internacionales pueden ayudar de manera progresiva a lograr ciertos objetivos por la democracia en Venezuela, debido a las diligencias que dispuso Colombia para salvaguardar a López hasta llegar a España.
López, quien hará un pronunciamiento público en los próximos días, según anunció El País, sigue usando su espacio en redes sociales para fortalecer la imagen del presidente interino, Juan Guaidó. Aseguró que “bajo el liderazgo” del jefe del Parlamento “y en coordinación con la Asamblea Nacional, la unidad democrática y aliados internacionales de nuestra lucha” se encontrará una solución.