El régimen chino tensó aún más las relaciones con Estados Unidos al anunciar nuevas sanciones a las empresas estadounidenses Lockheed Martin, Boeing Defense y Raytheon por su vinculación con un preacuerdo para vender armas a Taiwán.
De acuerdo con EFE, la operación entre las partes tendría un costo cercano a los 1 800 millones de dólares. No obstante, para que la venta se materialice, debe ser aprobada tanto el Congreso estadounidense como el Legislativo taiwanés.
Ante este escenario, el régimen de Xi Jinping ha tomado ciertas acciones. Entre los dictámenes figuró la imposición de medidas contra dichas compañías. En el caso de Lockheed Martin, esta sería la segunda vez que China impone sanciones contra dicha empresa, siendo la primera vez en julio de este año.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Zhao Lijian, citado por el rotativo Global Times, adelantó la semana pasada que China daría “una respuesta legítima” después de que el Departamento de Estado estadounidense anunciara su intención de vender a Taiwán tres lotes de armas que incluyen misiles SLAM-ER y unidades HIMARS, un sistema lanzamisiles múltiple ligero.
La Agencia estadounidense de Cooperación en Seguridad de Defensa notificó la pasada semana al Congreso de EE. UU. su plan de venta para “respaldar los continuos esfuerzos de Taiwán por modernizar sus fuerzas armadas y mantener su capacidad defensiva”, así como “ayudar a mantener la estabilidad política y el equilibrio militar en la región”, reseñó EFE.
La preocupación del régimen chino y su llamado a la guerra
El régimen de Xi Jinping ha estado vigilante en muchos aspectos sobre los movimientos de Taiwán y Estados Unidos. Hace pocas semanas hizo un llamado a sus tropas a estar “listas para el combate” y afirmó que “un país fuerte se define por un Ejército fuerte que pueda ganar”.
En esta ocasión, pidió a los soldados bajo su mando que «pongan toda (su) mente y energía en prepararse para la guerra». Su visita a una base militar en Guangdong fue marcada por estas palabras.
La exigencia del presidente de China y jefe del Partido Comunista no fue formulada aisladamente. Xi Jinping también fue insistente al pedir a sus oficiales que «mantuvieran un estado de alerta máxima» así como también que fueran “absolutamente leales, absolutamente puros y absolutamente confiables”, según declaraciones recogidas por CNN.
La cooperación que se mantiene entre Estados Unidos y Taiwán
Estados Unidos y Taiwán también firmaron en agosto un acuerdo para que la nación insular compre 90 cazas F-16. Según el informe reseñado por Dailly Caller, dicho contrato de armas se selló por de 10 años, bajo el presupuesto de 62 000 millones de dólares.
Cuando Estados Unidos anunció sus intenciones de llegar a un acuerdo el año pasado, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying, argumentó que “las ventas de armas estadounidenses a Taiwán violan gravemente el principio de una sola China”.
Este discurso funge como una respuesta al patrón de comportamiento que ha marcado la administración Trump frente al Partico Comunista Chino: sellar acuerdos que favorezcan a Hong Kong y Taiwán, para así dar una respuesta contundente a China.
Estas acciones han colocado las relaciones entre Pekín y Washington en niveles preocupantes de deterioro, producto de divergencias en temas de comercio, el brote de casos de COVID-19, y el reciente acercamiento de Estados Unidos y Taiwán, poniendo en alerta al régimen comunista.