
La relación entre Venezuela y Brasil tocó niveles preocupantes de deterioro. Ahora, la llegada de un grupo de rusos al estado Bolívar, zona estratégica en la frontera de ambas naciones, puede aumentar los impasses con el vecino del Sur. La intromisión de agentes de Vladímir Putin ocurre a escasos días de que Brasil desplegara la llamada “Operación Amazonas”.
La reciente operación ejecutada en las zonas cercanas a Venezuela preocupa a Nicolás Maduro, algo que se ha evidenciado desde la visita del jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, al estado brasilero de Roraima hace varias semanas, en el marco de una gira por varios países de la región.
Esta táctica militar también se llevó a cabo en las cercanías de la triple frontera entre Brasil, Perú y Colombia. Sin embargo, la tensión que existe entre el régimen venezolano y el Gobierno de Jair Bolsonaro dio pie a que se utilizaran otras estrategias que tengan como excusa salvaguardar la frontera.
Los rusos en la frontera y la búsqueda por camuflarse en el camino
La periodista venezolana Sebastiana Barráez relató que la llegada de los rusos a Santa Elena de Uairén, estado Bolívar, fue aparte de intempestiva, camuflada por su vestimenta: uniformes del Ejército venezolano. El aterrizaje se centró en un objetivo: el despliegue continuo de los ejercicios militares.
Al parecer, los militares extranjeros se instalaron en la 5102 Escuadrón de Caballería Motorizado. Esta zona también es conocida como Fuerte Escamoto. Es un área estratégica que está localizada en la vía hacia el aeropuerto de Santa Elena de Uairén.
Hasta los momentos, las autoridades locales se mantienen herméticas sobre estos hechos. No ofrecen algún tipo de información y aseguran que no tienen conocimiento sobre las labores que se desarrollan en el lugar.
Sin embargo, las declaraciones de los habitantes de la zona, recogidas por Infobae, siguen un mismo patrón. Todos aluden al uso de prácticas armadas. En conjunto con los rusos también estuvo el arribo de una comisión con funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), pero aún permanece oculta.
El sábado 17 de octubre, habitantes de la Gran Sabana vieron al grupo de efectivos, que identifican entre rusos y venezolanos, haciendo ejercicios militares.
La “Operación Amazonas” y el revuelo en la frontera de Brasil y Venezuela
Esta estrategia militar del Gobierno de Jair Bolsonaro no fue solo un mero ensayo. Se calcula que hubo una inversión de 1 millón de dólares para preparar al Ejército ante un posible conflicto armado con el régimen de Nicolás Maduro.
Estos ejercicios armados fueron denominados “Operación Amazonas”. Incluyeron el lanzamiento de misiles con un alcance de 80 kilómetros, entre otros despliegues militares. Este escenario fue creado en conjunto con otros medios para simular la defensa en un imaginario de intervención por la frontera terrestre.
La Operación Amazonia ocurre además en consonancia con la “Operación Poseidón”, llevada a cabo paralelamente en el Caribe, conducida por el Comando Sur de EE.UU. y con el apoyo de tropas colombianas.
La visita de Mike Pompeo a Brasil, el catalizador de los impasses
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dejó claro en su gira por Latinoamérica que trabaja en conjunto con la representación diplomática de Brasil para desarrollar labores desde estos países que restauren la democracia en Venezuela.
El periplo de Pompeo le sirvió en aquella oportunidad a Nicolás Maduro para exigir un cierre de filas a la llamada «milicia bolivariana». Una estructura paralela a la Fuerza Armada. El llamado tuvo como objetivo pedirles que estén alerta para desarmar supuestos planes de sabotajes que puedan ordenarse desde Estados Unidos.
La teoría conspirativa de Maduro la reforzó con la gira que realizó Pompeo por Surinam, Guyana, Brasil y Colombia. Las visitas trataron puntos de cooperación bilateral con Estados Unidos, así como el tema de la amenaza que representa la tiranía venezolana para Suramérica.