Xi Jinping encendió una vez más las alarmas de todos, aliados y detractores con nuevos llamados bélicos. En esta ocasión, pidió a los soldados bajo su mando que “pongan toda (su) mente y energía en prepararse para la guerra”. Su visita a una base militar en Guangdong fue marcada por estas palabras.
La exigencia del presidente de China y jefe del Partido Comunista no fue formulada aisladamente. Xi Jinping también fue insistente al pedir a sus oficiales que “mantuvieran un estado de alerta máxima” así como también que fueran “absolutamente leales, absolutamente puros y absolutamente confiables”, según declaraciones recogidas por CNN.
El objetivo de dar un discurso con esta carga ideológica no pasó inadvertido. El presidente chino pronunció estas palabras en el aniversario número cuarenta de la constitución de la Zona Económica Especial de Shenzhen, un área establecida en 1980 para atraer capital extranjero, y concebida como principal soporte para la conversión de China en una de las mayores economías a nivel mundial.
Las relaciones entre Pekín y Washington han llegado a niveles preocupantes de deterioro, producto de divergencias en temas de comercio, el brote de casos de COVID-19, y el reciente acercamiento de Estados Unidos y Taiwán, poniendo en alerta al régimen comunista.
Este lunes la Casa Blanca notificó al Congreso de Estados Unidos su intención de concretar la venta de tres sistemas de armas avanzados a Taiwán. La operación incluye un avanzado sistema de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS), según CNN.
Las tensiones entre China y Estados Unidos por Taiwán
Un nuevo capítulo marcado por tensiones se escribió en agosto entre China y Estados Unidos. En esta ocasión, el catalizador fue la histórica visita del secretario de Sanidad estadounidense, Alex Azar, a Taiwán.
En aquella oportunidad, la agencia Reuters señaló que la presencia de Azar en Taiwán, —la visita de más alto nivel realizada por un funcionario a la isla desde 1979—, ha puesto en alerta a las autoridades chinas. Los voceros del régimen de Xi Jinping manifestaron su “total oposición a los intercambios diplomáticos entre Taiwán y Estados Unidos”.
El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Zhao Lijian, no dudó en salir al paso formulando incisivas declaraciones que dejaron en claro el descontento del régimen comunista. En ese orden, aconsejó a las autoridades taiwanesas desistir de sus intentos de reivindicar la independencia porque “es un camino sin salida”.
“En cuestiones referentes a los intereses principales de China, algunas personas no deberían hacerse ilusiones. Los que juegan con fuego se acaban quemando”, afirmó Lijian, de acuerdo al portal AFP.
Las polémicas declaraciones de la cancillería asiática surgen luego de que Azar terminara una visita de tres días en Taiwán, uno de los territorios que China considera como parte de su territorio soberano, pero que en los hechos es independiente desde hace siete décadas. El enviado de la Casa Blanca no desaprovechó la oportunidad para criticar severamente el manejo que tuvo el régimen comunista encabezado por Xi Jinping.