El Gobierno de Canadá ha revelado un nuevo capítulo sobre el trato cruel hacia los presos y la incomunicación a la que son sometidos bajo el régimen chino. La historia de dos canadienses acusados de espionaje y detenidos desde diciembre del 2018 es prueba de ello.
Recién esta semana Michael Spavor y Michael Kovrig tuvieron acceso a medios telefónicos para hablar con sus familias luego de estar aislados durante diez meses. Lo curioso es que ambos desconocían completamente la pandemia del coronavirus (COVID-19), el virus que ha cambiado al mundo.
La esposa de Kovrig, Vina Nadjibulla, le dijo a CBC News que su marido estaba «muy aliviado de recibir noticias del mundo exterior» después de casi un año de encierro sin acceso consular. «Se sintió particularmente alentado por las garantías sobre la salud de todos los miembros de la familia y los esfuerzos en curso para asegurar su libertad. Se sorprendió al conocer los detalles de la pandemia de COVID-19 y comentó que todo sonaba como una ‘película de apocalipsis zombie’», agregó.
El contraataque del régimen chino
La detención de Kovrig y Spavor en China hace casi dos años constituyó una represalia por el arresto en Canadá de la ejecutiva de alta tecnología china, Meng Wanzhou. De acuerdo con El Economista, la directora financiera de la empresa Huawei fue detenida en diciembre de 2018 durante una escala en Vancouver, acusada de evadir sanciones estadounidenses contra Irán, bajo una orden de extradición de Estados Unidos.
El embajador de Canadá en China, Dominic Barton, mantuvo encuentros virtuales con los canadienses durante el fin de semana, primer contacto diplomático con los dos detenidos desde las visitas mensuales personales interrumpidas a mediados de enero de este año.
Las acciones polémicas del régimen chino
Actualmente China se encuentra en el centro de las críticas debido a su proceder, tachado de irresponsable por gran parte de los gobiernos del mundo. El hermetismo del régimen de Xi Jinping para esconder el brote de coronavirus que se inició en Wuhan es uno de los puntos que más lo perjudican.
Al igual que el ocultamiento de información sobre la propagación de la enfermedad que costó la vida de millones de personas, el Gobierno chino tiene en su haber la aprobación de una legislación de seguridad creada para acabar con la autonomía de Hong Kong. Estas acciones son una muestra más de las tantas políticas polémicas impulsadas por Xi Jinping.
Del mismo modo, la persecución de Pekín a su minoría religiosa en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang figura entre los tópicos que enlodan la historia de la nación.
Estas políticas hoy son condenadas por un número cada vez mayor de países que pide justicia ante actos que menoscaban la vida de las personas, objeto de vejámenes cotidianos.