El secretario de Estado de Estados Unidos, Michael Pompeo, llegará a finales de la semana entrante a Guyana en una visita oficial de dos días, confirmó el domingo el Ejecutivo de Georgetown.
De acuerdo con el portal Efe, la visita de Pompeo está programada para los días 17 y 18 de septiembre y entre la agenda de reuniones que están en pauta figura un encuentro con el secretario general de la Comunidad del Caribe (Caricom), Irwin LaRoque, en el que se podría abordar la situación de Venezuela.
Desde su cargo como representante de Estado del Gobierno del presidente Donald Trump, Pompeo ha trazado una ruta de presión directa contra el régimen de Nicolás Maduro, también ha encabezado casos de gran envergadura con respecto a este particular.
Recientemente, Pompeo se ha encargado de llevar la batuta en dos temas álgidos que involucran a Venezuela, el primero es la liberación de los seis ejecutivos de Citgo que fueron detenidos en 2017 por el régimen de Maduro bajo una acusación de malversación de fondos.
De acuerdo con El Diario, los detenidos firmaron un acuerdo para refinanciar la deuda de Citgo, en una operación que ponía en desventaja a Venezuela cuando se realizaran los pagos a las financiadoras que fungían en la transacción, estas eran Frontier Group Management LTD y Apolo Global Management. Si la compañía no estaba en condiciones de pagar, debía conceder el 50 % de sus acciones.
El préstamo para Citgo fue firmado por 4 000 millones de dólares y le valió a estos seis trabajadores la acusación por parte de la Fiscalía a cargo de Tarek William Saab de peculado doloso propio, legitimación de capitales, asociación para delinquir y concierto de funcionario público con contratista.
Tras el “indulto” otorgado por Maduro a 110 presos políticos en Venezuela, Pompeo exigió la liberación de Tomeu Vadell, José Luis Zambrano, Alirio Zambrano, Jorge Toledo, Gustavo Cárdenas y José Pereira, trabajadores de la petrolera Citgo que llegaron engañados a Caracas con el propósito de hacer unas negociaciones con la tiranía, pero fueron apresados.
Sobre este tema, todavía Washington hace las gestiones para abrir los caminos de la liberación y traslado a EE. UU. de estas seis personas.
De igual forma, Pompeo ha tomado una posición sólida de rechazo como representante de la nación norteamericana ante el fraude electoral que pretende llevar a cabo la tiranía de Maduro y asegura que tanto el Gobierno del presidente Trump como los más de 60 países que le acompañan en la formación de la coalición democrática reconocen solo a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.
A pesar de la postura clara de Estados Unidos, Caricom, que se encuentra conformada por 15 miembros, ha indicado en reiteradas ocasiones su postura de no injerencia y no intervención en los asuntos internos del país caribeño. Esta posición, más allá de obedecer a normas diplomáticas, viene dada por las relaciones que mantiene la tiranía con este organismo desde el mandato de Hugo Chávez.
Con la llegada de Chávez al poder y en aprovechamiento de la bonanza petrolera que se produjo en Venezuela, el régimen socialista usó estos recursos para sellar acuerdos de alto nivel en materia de comercio e inversiones con el objetivo de estrechar las relaciones económicas y comerciales, y al mismo tiempo comprar lealtades.
Esta constante se vio hasta que ocurrió el desplome de la industria petrolera en Venezuela ocasionada por el alto índice de corrupción dentro de Pdvsa. Ahora, si bien Caricom no toma parte en pronunciarse en el conflicto de Venezuela, apuesta a la sobriedad en sus declaraciones.