
La carrera por lograr una vacuna eficaz contra la COVID-19 ha registrado un revés, luego de que la farmacéutica AstraZeneca y el Instituto Jenner de la Universidad de Oxford interrumpieran sus ensayos clínicos en torno a la investigación, tras conocerse «una enfermedad potencialmente inexplicable» que reflejó uno de los pacientes voluntarios.
La paralización de las pruebas de AstraZeneca, que ya se encuentran en fase III en Estados Unidos, es la primera que surge por razones de seguridad, ante la presentación de «reacciones adversas» que sufrió el paciente sobre quien fue probada la dosis, aunque no existe una descripción puntual sobre cuáles serían estos efectos secundarios.
«Esta es una acción de rutina que sucede siempre que hay una enfermedad potencialmente inexplicable en uno de los ensayos mientras se investiga, asegurándonos de que se mantiene la integridad de los estudios», informó a Efe un portavoz de la compañía a medios de comunicación estadounidenses.
El portal Stat News reportó sobre lo frecuentes que son las pausas en estudios de esta magnitud, cuando ya se ha alcanzado una fase III, debido a que es un escenario donde se precisan decenas de miles de personas para hacer las pruebas. Sin embargo, dada la necesidad que existe de encontrar un cura para frenar la pandemia, esto se traduce en un obstáculo importante actualmente.
«Durante el transcurso de pruebas de gran envergadura habrá enfermedades aleatorias, pero estas deben ser revisadas de manera independiente. Estamos trabajando para acelerar la revisión de este único evento para minimizar cualquier potencial impacto en los objetivos temporales de la prueba», aseveró el portavoz de AstraZeneca.
Actualmente, hay otras ocho compañías que se encuentran en la última fase de sus pruebas para reproducir las vacunas en varios países que ofrecieron ser “conejillos de indias” en ensayos clínicos. La dosis patentada por Oxford y AstraZeneca había sido una de las primeras farmacéuticas en iniciarla.
De acuerdo con Stat News, la vacuna “AZD 1222” está hecha con un virus fabricado genéticamente que ocasiona el resfriado común en chimpancés. Hasta ahora, esto ha sido modificado para tener ciertas similitudes con el coronavirus, pero que no pueda ocasionar infecciones en las personas.