Las investigaciones sobre el envenenamiento del activista opositor ruso Alexey Navalny con un agente químico nervioso fueron confirmadas, tras recibir los resultados de los exámenes realizados por el equipo médico del hospital berlinés Charité, donde se encuentra recluido.
De acuerdo al diario El Mundo, se trata de un descubrimiento “impactante”, pues los exámenes “no dan lugar a dudas”, según el portavoz del gobierno Stefan Seibert. Al parecer, el veneno podría ser un agente químico nervioso del grupo Novichok.
Al ser confirmada la noticia, la canciller alemana, Angela Merkel, mandó un fuerte mensaje a Moscú e indicó que la respuesta al envenenamiento de Navalny, será una “reacción común adecuada” de la Unión Europea (UE) y la OTAN. El opositor ruso se encuentra en coma desde hace doce días.
Ante los testimonios de Merkel, el Kremlin se escudó en que Moscú no estaba al tanto del hallazgo. Alemania —según informó— aún no había notificado directamente que Navalny había sido envenenado por este agente nervioso.
El pasado 22 de agosto Alexey Navalny fue trasladado en coma y en un avión medicalizado desde un hospital en Siberia después de que sufriera un colapso. Los médicos rusos involucrados en su tratamiento rechazaron el diagnóstico del envenenamiento y se decantaron por decir que las pruebas de sustancias venenosas dieron negativo, atribuyendo su cuadro de síntomas a un desequilibrio por baja de azúcar.
La vida del rival de Vladimir Putin estuvo en peligro en su país, según testimonios de su familia. Estas declaraciones terminan por impulsar el movimiento de la ONG Cinema for peace, que hace las gestiones con el Gobierno de Alemania para trasladarlo a Berlín.
La suerte de “advertencia” que deja el envenenamiento de Alexey Navalny no pasa por debajo de la mesa. Una serie de voces se han pronunciado en torno a este hecho, ejemplo de ello fue el senador Marco Rubio, quien condenó estos actos y también afirmó que “el hecho de que le permitieran ir a Alemania para recibir tratamiento muestra que, si bien el Gobierno ruso negará cualquier participación, Putin quiere que los desertores y otros oponentes políticos sepan lo que les sucede a personas como ellos”.