Irán volvió este martes a la mesa de negociaciones, en conjunto con varias potencias que le acompañan en la firma del pacto nuclear sellado en 2015 e impulsado bajo la administración de Barack Obama. La reunión fijada en Viena busca un modo de salvar un acuerdo agrietado por la decisión de EEUU de abandonarlo en 2018 tras los reiterados incumplimientos de la nación árabe.
Este encuentro donde están involucrados representantes de Irán, Alemania, Francia, Reino Unido, Rusia y China, inicia con un marcado nivel de tensión dentro del Consejo de Seguridad de la ONU, que viene tras la iniciativa impulsada por EEUU de reactivar las sanciones contra Teherán, señaló EFE.
A pesar de la oposición hecha por Europa a EEUU por esta decisión, la cohesión que existía entre iraníes, europeos, rusos y chinos se ha resquebrajado recientemente, ante la poca cooperación de Teherán con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), encargado de controlar las actividades nucleares de Irán.
El portal de AFP señaló a su vez que la OIEA solicitó en reiteradas ocasiones un acceso a dos instalaciones iraníes para llevar a cabo los controles respectivos, pero Irán se negó en todas las oportunidades que tuvo.
Esto complicó las decisiones tomadas por los aliados en la mesa de negociación a menos de dos meses, para finalizar o reactivar el acuerdo, debido a que un último informe de la OIEA, fechado en junio, Teherán continua con la producción de uranio, en cantidades que superan casi ocho veces el límite autorizado.
Trump y la escalada de tensiones entre EE.UU. e Irán
Las relaciones entre Teherán y Washington han alcanzado un importante nivel de deterioro en los últimos tiempos, cuando el presidente estadounidense Donald Trump anunció el retiro de su país del pacto nuclear. Tal acuerdo aludía el embargo de armas de la nación árabe y la reducción de su programa nuclear, a cambio del levantamiento de varias sanciones internacionales.
Sumado a esto, figura la tensión que se ha dado por el fortalecimiento de lazos que ha tenido Irán con aliados estratégicos, entre ellos Venezuela, país que cuenta con gran número de sanciones por parte de Estados Unidos, entre ellas la reciente incautación de 1.1 millones de barriles de combustible que iban de Teherán y tenían como destino la nación regida bajo la tiranía de Maduro.
Los acuerdos de paz declarados recientemente entre Israel y Emiratos Árabes Unidos bajo la mediación norteamericana, también sitian a Irán, al igual que a Palestina, en una posición incómoda frente a las nuevas estrategias que tengan dichas naciones para impulsar sus relaciones con Occidente.
A juicio de la internacionalista Corina Cortés Oliveros entrevistada por el Panam Post, esto obedece a la protección que gana EE. UU. con aliados estratégicos, para evitar la expansión del radicalismo islámico, así como también minimiza en gran escala —a través de las supervisiones en el Golfo Pérsico— las relaciones comerciales con aliados latinoamericanos de los iraníes, entre ellos se cuentan el régimen de Venezuela, las FARC, así como otros grupos subversivos que también podrían encontrarse en México.
Asimismo, existen diversos resultados positivos a corto o mediano plazo que podrían afianzarse con estas alianzas, en el caso que Trump sea reelecto como presidente de Estados Unidos. La especialista señala que el actual inquilino de la Casa Blanca apunta a dirigir nuevas iniciativas de generación de vivienda, inversiones, comercialización e incluso a nivel energético “con la parte petrolera (…) y en lo concerniente al sistema de telecomunicaciones”, debido a que esta nación cuenta con un avanzado sistema de inteligencia y contrainteligencia en ese aspecto.
“Trump ha cambiado los términos del expansionismo militarista al expansionismo comercial. Es mucho más fácil generar productividad en la guerra comercial que desde las armas”, puntualizó.