Nuevos enlaces del régimen venezolano con el narcotráfico podrían quedar al descubierto con la extradición del empresario Álex Saab de Cabo Verde a Estados Unidos. Este movimiento, impulsado de manera sistemática por el presidente de Colombia, Iván Duque, está en búsqueda de asestar un nuevo golpe a la red de lavado de activos que estaría gestándose, bajo la complicidad del régimen de Nicolás Maduro.
El primer mandatario colombiano sigue en la pulseada por acelerar el procedimiento, tras el surgimiento de informes, actualmente en manos de Estados Unidos, cuyo contenido “es necesario y es fundamental para que se puedan desnudar todos los vínculos oscuros de la dictadura de Venezuela con el narcotráfico, con el lavado de activos y con una red criminal muy grande”, de acuerdo a declaraciones recogidas por el diario El Tiempo.
Este procedimiento que llevan a cabo las naciones involucradas, se suma a la serie de investigaciones que ha hecho el Departamento del Tesoro norteamericano, en conjunto con la DEA, para dar con una importante red responsable del lavado de activos, que incluye empresas, beneficiarios y también algunos socios, entre los que podrían figurar fichas de poder que militan en el chavismo.
Desde el arresto de Álex Saab, el pasado 15 de junio, la tensión en las filas del régimen venezolano ha aumentado exponencialmente, debido a que pondría sobre el tapete el destino de los fondos que pertenecían a la ejecución de un sinnúmero de contratos que le llevaron a obtener ganancias de manera fraudulenta, especialmente con los llamados Comités Locales de Abastecimiento y Producción o los “CLAP”, una de las propuestas bandera del chavismo que terminó por ser un eje de corrupción, con una marcada exclusión a más de la mitad del país.
Desde su trinchera, el Gobierno de Duque sigue en pie para dar a conocer un nuevo capítulo que añadir a la historia del régimen chavista, siempre señalado de tener tratos con el narcotráfico, una herencia que a todas voces, quedó desde el mandato de Hugo Chávez.