Ahora las FARC son las víctimas de un país que los persigue constantemente. Así lo dejaron entre ver Iván Márquez e Imelda Daza la mañana de este 8 de marzo al anunciar que su máximo líder, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, renunciaba a la candidatura presidencial debido, en una pequeña parte, a problemas de salud, y principalmente por la falta de garantías a las que se han visto enfrentados.
https://twitter.com/IvanMarquezFARC/status/971755142050705409
Según las declaraciones entregadas por las FARC, hace unos días se vieron en la obligación de suspender la campaña electoral de Timochenko porque pensaron “que se podría estar fraguando un magnicidio” contra él. Además, señalaron que las manifestaciones que tuvo que enfrentar su candidato fueron instigadas “por sectores del Centro Democrático”. Descartando así que estas fueron una consecuencia del daño realizado por las FARC al país y la indignación que causa en buena parte de la ciudadanía la candidatura de Timochenko.
Frente a las declaraciones de las FARC, sobre la falta de garantías para hacer política, el PanAm Post consultó a Julio César Mejía, magíster en asuntos internacionales con énfasis en seguridad y conflicto, quien afirmó que “Aunque hubo algunas protestas organizadas, por lo general las manifestaciones que se opusieron a la campaña presidencial de Timochenko se formaron de manera espontánea”.
De acuerdo con Mejía, estas manifestaciones son producto de la deslegitimidad que sufre el acuerdo de La Habana “no solo por haberse pasado por alto la voluntad popular o por las inexistentes verdad, justicia y reparación, también porque la violencia continúa y se recrudece en algunas regiones, cada día se descubren hechos que ponen en duda la transparencia del proceso y los propios cabecillas de las FARC se encargan de promover un clima de cinismo. Se pensó ingenuamente que las heridas abiertas de la guerra se cerrarían al firmar un papel, pero todo lo anterior parece manifestar que más que lograr cicatrices se obtuvieron llagas”.
Las FARC también se quejaron por la demora en la entrega de los recursos necesarios para hacer campaña y afirmó que estos fueron habilitados “con insólitas restricciones por parte del Banco Agrario que ejerce una función ilegal de auditoría preventiva y de coadministración de nuestros recursos. En abierta discriminación, nos fue negada cualquier posibilidad de financiación legal, distinta a la estatal”.
Quizá la declaración que más podría causar indignación fue la siguiente:
Hemos tenido que soportar además cuentos y cuentas fabulosas e infundadas de la Fiscalía sobre bienes presuntos con claro tinte electoral contra nosotros.
Sin embargo, desde la supuesta entrega del total de bienes de las FARC (que a duras penas superó los 350 millones de dólares), el fiscal general afirmó que aún hacían falta bienes por entregar. Eso se comprobó el pasado 19 de febrero, cuando la Fiscalía General de la Nación informó que las FARC tenía 60 supermercados que les permitía lavar dinero y cuyos testaferros tenían una fortuna, que creció de un momento a otro, de USD $220 millones.
En total se afectaron con fines de extinción al derecho de dominio 5 sociedades, 60 establecimientos de comercio, 70 cuentas bancarias, 7 casalotes, 4 predios rurales, 29 lotes urbanos, 15 apartamentos, 3 casas, 7 locales comerciales y 27 vehículos.
¿Cambia el panorama electoral con la salida de Timochenko?
Sobre este tema, Julio César Mejía afirmó que “es presumible que las disidencias que permanecen conectadas con el brazo político ejerzan la presión habitual sobre ciertas poblaciones de influencia para aumentar el apoyo político” y que, además, las FARC “desarrollaron política armada por décadas y ciertamente obtuvieron apoyo popular en aquellas regiones remotas de Colombia donde el grupo armado se convirtió en el Estado de facto”.
La fuerza de las FARC señalada por Mejía, podría ser utilizada por esta guerrilla para impulsar al candidato que decidan apoyar, que sería, como afirma el analista, uno con posibilidades de poder y que “les garantice mantener los privilegios políticos y judiciales que obtuvieron durante la negociación”. Además, no hay que dejar de lado la posibilidad de que el grupo político de las FARC destine los dineros ocultos que acumularon por años gracias a extorsiones, minería ilegal y narcotráfico para ejercer “prácticas clientelares” a favor del candidato elegido.
Aparte de lo mencionado por Mejía, el retiro del líder de las FARC podría ser utilizado por los candidatos que respaldan el proceso de paz para afirmar que se necesita un presidente de transición (tal como lo afirmó Iván Márquez) que les de garantías a las FARC para que puedan participar a nivel político.
En otras palabras, el retiro de Timochenko sería un caballito de batalla para los candidatos de izquierda.
¿Cuál sería el candidato más opcionado a recibir el apoyo de las FARC?
Pese a que a Timochenkó no le va muy bien en las encuestas, no hay que olvidar que las disidencias de las FARC, que controlan algunos territorios de Colombia, podrían presionar para que los ciudadanos voten por el candidato que el partido de las FARC decida apoyar. Y aunque no serían muchos votos, sí podrían ser los suficientes para impulsar al candidato elegido hacia segunda vuelta.
Sobre qué candidato apoyar, Daza, fórmula vicepresidencial de Timochenko, afirmó que hay varios opcionados:
Piedad Córdoba es candidata, Humberto de La Calle, Gustavo Petro, por qué no Fajardo. Son candidatos comprometidos con el proceso de paz. Ideal sería una convergencia alrededor de todos ellos, sumándonos nosotros también, para lograr en primera vuelta una definición de la presidencia.
Aunque Daza mencionó que estos son los únicos candidatos a los que vale la pena apoyar, los más opcionados serían Petro y Fajardo, pues de los cuatro, son los que van más arriba en las encuestas.
Sin embargo, es posible que los líderes de las FARC prefieran apoyar a Petro, pues es el candidato con el que más cercanía ideológica tienen. Además, no hay que olvidar que la dictadura de Venezuela ha dejado ver su simpatía por Gustavo Petro, quizá por la cercanía de este al expresidente de Hugo Chávez, lo cual sería un argumento más para que las FARC, aliados del régimen de Nicolás Maduro, se decidan, por Petro.
Para Mejía el más opcionado a recibir el apoyo de las FARC es Petro, debido a su “afinidad política” y a “los altos niveles de intención de voto que mantiene este candidato en las encuestas”. “Sin embargo, por ahora no se sabe de qué manera lo harán, dado que el rechazo de buena parte de los colombianos hacia las FARC se ha manifestado en reiteradas ocasiones”, señaló.
Además, Mejía afirmó que “ya se han dado declaraciones por parte de este grupo que parecen indicar un apoyo a Gustavo Petro en la segunda vuelta. Sin lugar a dudas, esto afectará el panorama electoral, si se tiene en cuenta el apoyo frontal de las FARC al proyecto bolivariano y que de acuerdo con encuesta de febrero de Cifras & Conceptos, casi al 70 % de los encuestados les preocupa que Colombia se convierta en una segunda Venezuela”.
En lo que respecta a Fajardo, aunque hay algunas diferencias ideológicas entre este candidato y las FARC, el día de hoy le afirmó a El Espectador que “No he conversado nunca con las Farc y no aceptaríamos su apoyo (…) No tenemos ninguna afinidad ideológica con esa organización”, la participación del partido de izquierda Polo Democrático, en cabeza de Jorge Enrique Robledo (afín a la ideología e las FARC), podría moderar la posición de Fajardo para que acepte el apoyo de las FARC o para que, por lo menos, no se oponga tajantemente a él.
En relación con la convergencia de izquierda para ganar la presidencia en primera vuelta que señal Daza, esta no sería posible, pues cada uno de los candidatos tiene afán de poder y preferirán optar por un camino solitario para mostrar su fuerza electoral antes de cualquier tipo de alianza. Además, esto se intento en meses pasados y lo que se logró con ello fue ampliar las brechas entre Petro y Fajardo y Petro y de La Calle.
Además, Mejía señala que “Es improbable que logren ganar en primera vuelta”, pues “Tal como lo señala Daniel Raisbeck en su último ensayo, la izquierda en sus más altas votaciones históricas apenas ha logrado alcanzar los 2,6 millones de votos, pero necesitarían alrededor de 3 millones de votos para pasar a segunda vuelta. Sin embargo, nada está escrito y en un escenario en el que Petro, que lidera las encuestas, logre concentrar todo el descontento sobre la clase política, podría dar una amarga sorpresa para todos aquellos que lo consideran como el político más peligroso de Colombia”.
¿Por qué se retiró Timochenko?
La mañana del 7 de marzo, Timochenkó fue intervenido quirúrgicamente debido a que, según lo informado por especialistas de la Clinica Shaio, presentaba una obstrucción de la arteria cerebral. Además de los problemas existentes, los especialistas aseguraron que el líder de las FARC sufre una enfermedad pulmonar crónica
No hay que olvidar que en julio de 2017 Timochenko había sido internado durante tres días en cuidados intensivos tras un accidente isquémico transitorio. Tras ser dado de alta, decidió viajar a Cuba y recibir tratamiento en la isla, donde ya había sido tratado por problemas coronarios.
Sin embargo, su salud no sería la única razón para retirarse de la contienda electoral. Hay que recordar que en las últimas encuestas presidenciales el líder de las FARC no suele superar el 1 % de la intención de voto, lo que se ha visto reflejado en la baja acogida de los ciudadanos mientras este hacía su gira presidencial.
Las garantías sobre las que las FARC no hablan
Es claro que en época electoral, y en un país tan polarizado como Colombia, la actitud de víctima siempre tendrá réditos políticos. No es la primera vez que la izquierda utiliza este elemento para alcanzar sus fines.
Sin embargo, hay que sacar a la luz las verdaderas garantías dadas por el Gobierno Santos a las FARC, las cuales han hecho que analistas y sectores de la oposición afirmen que se les está entregando el país. Aquí una breve lista de estas:
- Cinco curules aseguradas para miembros de las FARC en el Senado (aparte de los que puedan salir elegidos este domingo 11 de marzo).
- Cinco curules aseguradas para miembros de las FARC en la Cámara de Representantes (aparte de los que puedan salir elegidos este domingo).
- Pueden hacer política, pese a que no han rendido cuentas ante la justicia por los delitos cometidos, muchos de ellos de lesa humanidad.
- Fuertes esquemas de seguridad para sus líderes, con un costo que ascendió a USD $11 millones en 2017 (dinero de los contribuyentes).
- Financiación de su partido político por USD $11,5 millones para 2018 (dinero de los contribuyentes).
- El Estado asumirá la reparación de las víctimas de las FARC (dinero de los contribuyentes).
- Se creó una tribunal especial para juzgar sus crímenes.
- Sus integrantes no irán a la cárcel por los crímenes cometidos. Realizarán trabajo social.
Estos solo por mencionar algunas de las garantías dadas a las FARC.