Arrancó el proceso electoral en México y con ello las descalificaciones y la lucha sin cuartel entre los partidos políticos, el presidente Andrés Manuel López Obrador y el árbitro de la contienda.
No será nada sencillo, cuando uno de los protagonistas principales del proceso, AMLO, no estará en las boletas y la oposición hará todo lo posible para que no meta las manos.
Cuando López Obrador perdió las elecciones en 2006, despotricó contra el entonces Instituto Federal Electoral (IFE) —ahora Instituto Nacional Electoral (INE)— y mandó al diablo a las instituciones. Estaba encolerizado.
Ese enojo, persiste 15 años después y vendrán nuevamente diferencias con la autoridad electoral.
La madre de todas las elecciones en México
El 6 de junio serán las elecciones intermedias en México. El proceso electoral más numeroso en la historia del país. Se elegirán 500 diputados federales (por primera vez, habrá posibilidad de reelección). Además 30 congresos locales y 1900 ayuntamientos. También se renovarán 15 gubernaturas. En total 21 cargos estarán en juego.
Los riesgos de la elección en México
Un reciente estudio de “Integralia Consultores”, reconocida empresa especialista en riesgo político y conflictividad social, consideró que el tema electoral será uno de mayores riesgos para México en 2021.
El primer riesgo está en la pandemia, por las “fallas en la estrategia de contención y vacunación contra el COVID-19”, dice el reporte.
El segundo es la “estrategia desafiante” del presidente López Obrador sobre las decisiones del Instituto Nacional Electoral (INE), el organismo autónomo encargado de organizar las elecciones.
El INE tendrá que enfrentar el descarado activismo político de AMLO. Situación que “polariza el ambiente de las campañas, aumenta los riesgos de conflictos postelectorales y genera incertidumbre jurídica”.
Primer round INE-AMLO
Las pugnas y la actitud desafiante del mandatario mexicano hacia las instituciones autónomas, ya comenzó.
El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, advirtió que el 4 de abril deberá suspenderse la trasmisión íntegra de las cotidianas conferencias mañaneras de AMLO en todo el país.
Ese día arrancan oficialmente las campañas federales, y las conferencias que todos los días ofrece el mandatario mexicano desde Palacio Nacional son propaganda gubernamental.
La constitución prohíbe su difusión durante las campañas, salvo excepciones como temas de salud (COVID-19), educación y protección civil.
No sorprendió que a López Obrador no le haya gustado la advertencia del órgano electoral. De inmediato contestó y nuevamente arremetió contra el presidente del INE. Lo acusó que querer censurarlo y atentar contra su derecho a informar al pueblo:
“Acudir a las instancias judiciales en el caso de que haya una prohibición, porque sería un acto de censura, sería un agravio, un atentado a la libertad. Eso no puede prosperar desde el punto de vista constitucional, desde el punto de vista legal”.
Y convocó a los mexicanos “a que opinen si está bien que el INE nos silencie, si está bien que en México no pueda hablar el presidente no pueda informar”.
Una cosa es silenciar y otra acatar la ley
El consejero presidente del INE dijo que no hay ninguna pretensión de suspender o cancelar las conferencias del presidente López Obrador, simplemente es cumplir la ley.
“Los criterios vigentes y que se han aplicado en los últimos dos años, establece que durante las campañas electorales se debe suspender la trasmisión íntegra de esas conferencias. Al considerar que al realizarse hay promoción de los logros de gobierno, constituye propaganda gubernamental cuya difusión está prohibida durante las campañas por nuestra constitución”.
Nadie sugiere suspender o cancelar las conferencias del presidente @lopezobrador_ La ley establece que se debe suspender su transmisión íntegra durante las campañas electorales. El @INEMexico garantizará la legalidad y equidad en 2021 conforme a sus atribuciones constitucionales. pic.twitter.com/bjHPhcOIXi
— Lorenzo Córdova V. (@lorenzocordovav) January 12, 2021
¿Volverá a hacer lo mismo el Tribunal Electoral?
El 18 de octubre pasado hubo elecciones en los estados de Coahuila e Hidalgo. El Instituto Nacional Electoral ordenó que del 5 de septiembre al 18 de octubre se suspendiera la trasmisión de las conferencias de López Obrador en esos estados por considerarlas propaganda gubernamental.
Pero el Tribunal Electoral dejó sin efecto el acuerdo del INE, luego del recurso de apelación que presentó Morena. Las conferencias nunca dejaron de trasmitirse y en ellas se destacaban logros del Gobierno federal.
En ambos casos, tanto en Coahuila como en Hidalgo, Morena, el partido del presidente perdió.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), tendrá nuevamente en sus manos una decisión fundamental para el mejor desarrollo de las elecciones, frente a la guerra que se avecina.
La eterna campaña del presidente AMLO
El banderazo oficial para las elecciones del 2021 se dio en septiembre del año pasado, pero el presidente no ha dejado de hacer campaña desde que participó en su primera elección en 2006. Y aún como presidente.
Desde el 22 de junio AMLO anunció que va a estar pendiente de que no haya fraude electoral, “me voy a convertir en guardián de las elecciones para que se respete la libertad de los ciudadanos”, dijo entonces.
A muchos les molestó la intromisión y le exigieron ser guardián del número de muertos y contagiados que no cesan en el país, de los millones de personas que han quedado sin empleo, de millones de mexicanos que no tienen ni para comer y de las miles de empresas que han cerrado por la crisis económica.
En fin, le pidieron ocuparse de lo inmediato y no distraerse, con un tema que los tiene muy preocupados en Palacio Nacional.
La obsesión del poder a toda costa
Andrés Manuel López Obrador sigue en campaña. Desde que comenzó la pandemia no ha dejado de hacer giras por varios estados del país, ni en los peores días de contagio.
Y así continuará, sobre todo luego de la alianza de los tres principales partidos de oposición: PAN, PRI y PRD que buscan quitarle la mayoría a Morena, en la Cámara de Diputados.
Serán elecciones complicadas, en medio de la pandemia y en pleno proceso de vacunación. Con un presidente que se niega a seguir las reglas y un INE que ya perdió una primera batalla.
El presidente está obsesionado con tener el control de todo. Está molesto porque no aparecerá en la boleta. Cuando fue candidato exigió por todos los medios que el presidente en turno sacara las manos de las elecciones.
Hoy tiene la oportunidad de hacer lo que él demandaba. Sacar las manos y dejar que los partidos políticos y los candidatos hagan lo suyo.