El 10 de diciembre de 2006 el expresidente panista Felipe Calderón declaró la guerra contra el crimen organizado en México. Tenía solo 9 días de haber llegado a la presidencia.
Eran tiempos muy violentos en el país. El estado de Michoacán era uno de los más afectados. Solo en 2006 se habían registrado más 600 asesinatos en esa entidad. Calderón Hinojosa, aprovechó la coyuntura para dar un golpe de mando e iniciar, en su estado natal, su “fallida” lucha contra el narcotráfico con el llamado “Operativo Conjunto Michoacán”.
El entonces presidente ordenó el despliegue de 6.500 elementos del Ejército Mexicano, la Marina y policías federales en la Tierra Caliente, donde operaba el cártel de la Familia Michoacana. Ocurrían disputas sangrientas por territorios entre bandas rivales, cuando comenzaron a aparecer cabezas humanas como parte del mensaje de la barbarie con la que actuaban los grupos delincuenciales.
El operativo se extendió poco a poco a las entidades más castigadas por la violencia. Donde el narco imponía su ley.
Estrategia fallida
Felipe Calderón estaba y está convencido que si no hubiese intervenido el Ejército Mexicano en su lucha contra el narco el futuro del país hubiera sido otro. “Quién sabe que hubiera sido de México y los mexicanos”: dijo entonces el expresidente.
Pero siempre le cuestionaron su plan para enfrentar al crimen organizado. Se cuestionó que nunca tuvo objetivos claros ni una estrategia militar. Solo provocó más violencia, más muertos, desaparecidos y más desplazados. No solo no logró desarticular a los cárteles de la droga, al contrario aumentaron y se fortalecieron.
Uno de los principales críticos de la lucha contra el crimen organizado de Calderón siempre ha sido Andrés Manuel López Obrador, su enemigo número uno desde que le ganó en las elecciones de 2006. Todavía hoy, lo sigue acusando de que robó la elección.
En aquel momento calificó de absurda la guerra contra el narco por haber dado un “garrotazo a lo tonto al avispero” que solo sirvió para aumentar la violencia, los muertos y desaparecidos.
Miles de muertos y desaparecidos por la lucha antidrogas
No hay cifras oficiales precisas de cuántos muertos ha dejado la guerra contra el narco en México.
El Gobierno de Calderón reconoció que entre 2006 y 2012 se registraron 47.500 muertos. Organismos civiles dan cuenta que fueron 70.000 muertos y 40.000 desaparecidos, incluso se habla de hasta más de 100.000 muertos.
Miles de víctimas inocentes han sido asesinadas en ese intento de enfrentar a los delincuentes. Estudiantes, migrantes, niños, hombres y mujeres que son parte de las escalofriantes cifras.
La Red por los Derechos de la Infancia en México (RIM) señala que durante la guerra contra las drogas de Calderón hubo 22 mil niños y adolescentes asesinados y 13 mil 300 desaparecidos.
La peor crisis de desaparecidos en América Latina
Hace unos días, el diario Washington Post publicó un artículo en el que señaló que en México más de 79 mil personas han desaparecido, la mayoría de ellas durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012). La peor crisis de desaparecidos en América Latina desde la Guerra Sucia de los 70, apuntó el diario.
Destacó que el año pasado en México, en promedio, se encontraban dos fosas clandestinas al día.
El subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaria de Gobernación, Alejandro Encinas, informó que durante el Gobierno de López Obrador se han localizado 1257 fosas clandestinas y se han exhumado 1957 cuerpos.
Promesa incumplida
Muchas familias aún siguen en la búsqueda de sus seres queridos desaparecidos. No se resignan, frente a los gobiernos que se han comprometido a encontrarlos y a investigar, pero que solo han quedado en el “aparente” intento.
Enrique Peña Nieto creó la Comisión de Búsqueda; Andrés Manuel López Obrador reinstaló el Sistema Nacional de Búsqueda de Personas. Ninguno ha dado respuesta a la exigencia de quienes imploran justicia y encontrar vivos o muertos a sus familiares.
En su mensaje de dos años de gobierno, AMLO reconoció que entre las promesas que no ha cumplido destaca el esclarecimiento y la verdad sobre la desaparición de los 47 estudiantes de Ayotzinapa, Guerrero.
Imparable la violencia
A catorce años de distancia, la violencia en México sigue siendo una de las principales preocupaciones de la sociedad.
En 2019 se rompió récord de homicidios dolosos, 37.315 y se estima que 2020 cerrará con más de 40.000.
En los primeros dos años de Gobierno de AMLO se tiene el registro de 14.543 personas desaparecidas (Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas).
Durante los primeros dos años de Gobierno de Felipe Calderón la cifra fue de 1.677 y con Enrique Peña Nieto 9.104.
La justificación a la que cada vez que puede recurre Andrés Manuel López Obrador, es que el problema de la inseguridad lo heredó de los gobiernos “neoliberales”.
No hay duda de ello, pero también es cierto que las cifras siguen creciendo, que no hay una estrategia clara y que ese cáncer, que es la inseguridad, invade cada vez más a la sociedad.