Costa Rica se ha destacado, por muchos años, como un país donde la democracia y la libertad son parte de su esencia, convirtiéndose en un ejemplo para el resto de los países de la región latinoamericana. Pero desde ya se vislumbran los intentos por parte del Gobierno de atentar contra el derecho explícito de libertad de prensa.
Como nacemos en democracia, pensamos que siempre fue así, pero la democracia y la libertad son características conquistadas por nuestro país. Al igual como las obtuvimos, las podemos perder, como muchos de los países de la región y el mundo, que no pueden disfrutar de lo que hasta el día de hoy tenemos en Costa Rica; ya que aproximadamente, más de un tercio de la población del mundo vive en países en los que no hay libertad de prensa, con sistemas democráticos deficientes o ausencia de ellos.
Ser considerada una de las democracias más consolidadas de América conlleva que los ciudadanos tenemos la oportunidad para ejercer el derecho de expresarnos libremente, en concordancia con los principios ideales de una Democracia: “libertad, igualdad y fraternidad”. Algo que este país ha honrado por mucho tiempo, ya que en la actualidad se ubica como el mejor país de Latinoamérica en libertad de prensa y 19 a nivel mundial, según el índice realizado por Reporteros sin Fronteras.
Resulta alarmante escuchar recientes declaraciones de varios actores políticos con respecto a este tema; sabemos que Costa Rica está siendo gobernada por la izquierda y ya se empieza a vislumbrar la pretensión de esos cambios que no creímos llegar a percibir en esta nación.
En cuanto los medios de comunicación empezaron a informar sobre los múltiples viajes que hacia el Presidente Luis Guillermo Solís, él mismo manifestó que los periodistas que “criticaron” que se la pasara viajando debían tener más inteligencia, madurez y apelar a la seriedad; sin embargo la prensa está para informar y comunicar con libertad, aunque los Gobiernos autoritarios y antidemocráticos no permitan el disentimiento; la diferencia es que en Costa Rica los medios de comunicación no son oficialistas como en Cuba y eso es algo que debemos admirar y mantener.
Pío Moa expresó que “el liberalismo permite exponer todas las ideas, pero la confrontación entre ellas ha de facilitar precisamente, la superación de las falsas o destructivas y la reafirmación de las mejor fundadas, en un proceso sin fin. Por eso la confrontación es indispensable, y un buen modo de evitar choques más físicos”, y este, sin duda, debe ser el ideal.
Por otro lado, el diputado del PUSC Jorge Rodríguez, llamó a los periodistas “irresponsables, vagabundos y malcriados”, al denunciar un acto de corrupción que involucraba al Viceministro de la Presidencia, Daniel Soley. El diputado, de manera muy irrespetuosa, atacó a los medios de comunicación y amenazó que deben tener cuidado con lo que escriben, sobre todo los periodistas dedicados a cubrir los temas de Política.
La mayoría de los actores políticos que quieren manejar la prensa de manera antidemocrática, lo hacen con el fin de ocultar los errores cometidos por estos
Además propuso que el Estado fuera socio de los medios de comunicación para tener control, tal y como es en Ecuador, país que se ha dado a conocer por limitar la libertad de prensa, con la muy conocida “Ley de Comunicación”, que creó la Superintendencia de la Información y Comunicación, encargada de censurar y sancionar a los medios, como estipula la ley.
Y en Costa Rica, que hasta el momento es líder en libertad de prensa, no terminan los intentos por perjudicarnos en esta categoría. Actualmente, el Partido Frente Amplio inició una campaña en contra de una televisora, luego de que las declaraciones de su excandidato presidencial, dejaran en ridículo a su partido, ante el caso de acoso de uno de sus Diputados; con el lema “Teletica canal 7 siempre contra usted”, acompañado de insultos hacia este medio de comunicación, solicitan, al igual que los anteriormente citados, que se limite la libertad en medios de comunicación.
Como podemos ver, ya hay una incidencia de diversos colores políticos en los que se sigue la misma línea de que el control de los medios lo tenga la clase política; situación que desapruebo, ya que incluso viola el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que declara que todo individuo “tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión” y a “no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras”.
La mayoría de los actores políticos que quieren manejar la prensa de manera antidemocrática, lo hacen con el fin de ocultar los errores cometidos por estos y además convertirlos en medios oficialistas dedicados a promover la propaganda para mantener su base política, suprimiendo cualquier diferencia y crítica, que no esté destinada a este fin.
Se vuelve indispensable entonces, evitar que las opiniones personales o partidarias amenacen la libertad y la democracia que tanto se le admira a Costa Rica. Como expresó Albert Camus, “una prensa libre puede ser buena o mala, pero una prensa que no es libre solo puede ser mala”.