EnglishPuede ser que esté cada vez más difícil ingresar ilegalmente a Estados Unidos, pero una vez adentro, obtener documentos falsos en Florida es de lo más sencillo.
Los certificados de nacimiento falsificados, adulterados o robados procedentes de Puerto Rico son el Santo Grial para los indocumentados de Florida. Con un certificado de nacimiento falso, puedes vivir el “sueño americano”. También puedes inscribirte en la escuela, conseguir un trabajo, y obtener una licencia de conducir (también se ha estimado que hasta el 40% del fraude de pasaportes en Estados Unidos involucra a los certificados falsos o robados de Puerto Rico).
El negocio se hizo posible gracias a una ley aprobada en 1917 que concedió la ciudadanía estadounidense para todos los puertorriqueños. Ahora la crisis económica junto al lucro astronómico han creado un mercado negro en el cual se puede conseguir un certificado por US$25 y revenderlo hasta por US$5.000.
El fraude se ha vuelto tan común en Florida, que hace cuatro años el gobierno de Puerto Rico aprobó una ley que anulaba todos los certificados de nacimiento expedidos antes de 2010, lo que redujo el valor de dichos documentos vendidos en el mercado negro.
Todos los puertorriqueños que vivían en la isla y en Estados Unidos tuvieron que obtener nuevos certificados de nacimiento que incluían mayores medidas de seguridad, como el papel a prueba de falsificación con sellos y diseños especiales para impedir la duplicación de los documentos.
Pero la nueva ley no ha hecho mucho para frenar el fraude.
Hay 4,9 millones de puertorriqueños, según el último recuento oficial, que viven en los Estados Unidos, y otros 3,7 millones que residen en Puerto Rico, pero “las cifras simplemente no cuadran”, afirmó Elizabeth Cuevas-Neunder, una puertorriqueña candidata a gobernador en las primarias republicanas.
“Cada día 100 personas de Puerto Rico vienen a vivir aquí en Florida”, dijo. “No tenemos suficiente población (en referencia al número de personas que realmente nacieron en la isla) como para que esté ingresando toda esa gente”.
Las discrepancias son asombrosas. Security Alliance informó que en 2008, 45.622 niños nacieron en Puerto Rico. Pero en ese mismo año, la Oficina de Estadísticas Vitales emitió 860.000 copias certificadas de actas de nacimiento. Muchas de estas copias oficiales se utilizaron para inscripciones en las escuelas, ligas deportivas y grupos religiosos.
Cuevas también afirmó que hay una gran cantidad de personas en Puerto Rico que no tienen los medios para emigrar.
“Están los niños y las personas muy pobres, que no pueden permitirse el lujo de abandonar la isla”, dijo. “Entonces, ¿cómo es posible que todas esas personas están viniendo a Florida?”
Ella dijo que la economía problemática de Puerto Rico ha permitido que prospere el mercado negro de certificados de nacimiento, y cuando se les da la oportunidad de ganar unos dólares extra, algunos puertorriqueños optan por vender sus identidades al mejor postor.
La ley de Puerto Rico pudo haber tenido buenas intenciones, pero según Cuevas-Neunder no va lo suficientemente lejos. “La ley aprobada en 2010 no funciona, porque si ya tienes un acta de nacimiento (fraudulenta), la puedes renovar en la web o por correo electrónico. Nadie está certificando que eres la persona que dices ser”.
Mientras que Estados Unidos se preocupa por las fronteras para controlar la inmigración ilegal, algunos dicen que el foco debe estar en la falsificación de miles carnets de residencia permanente, tarjetas de Seguro Social y certificados de nacimiento.
David Caulkett, vicepresidente de Floridenses por el Control de la Inmigración, una organización de tendencia conservadora que aboga por la protección de los documentos, está de acuerdo en que el uso fraudulento y la duplicación de documentos no reciben la atención que debería en Florida.
“La falta de protección de los documentos es lo que permite que la inmigración ilegal florezca”, dijo.
Florida ocupa el tercer lugar entre los estados de EE.UU. con el mayor fraude de documentos y robo de identidad para la inmigración ilegal, y Caulkett afirma que Florida no ha hecho nada para resolver el problema.
“Una de las razones por las que no quieren parar los documentos fraudulentos”, asevera Caulkett, “se debe a que las empresas quieren mano de obra barata. Hay una ofensiva contra el fraude financiero, pero si tienes un número de seguridad social falso, no harán nada porque quieren que la inmigración ilegal continúe.”
Caulkett dijo que su grupo fue a ver al Procurador General de Florida, Pam Bondi, quien “no quiso hacer nada al respecto.”
Florida Watchdog contactó con la oficina de Bondi y su personal respondió enviando un intercambio de correos electrónicos entre Caulkett y la oficina de Bondi. En el correo electrónico, Caulkett pidió a Bondi que apoye el proyecto de ley E-Verify HB7089 2011, y dijo que ella nunca respondió a la solicitud de hacer cumplir las leyes de robo de identidad del estado.
“En cuanto a la legislación que requeriría que todos los empleadores, tanto públicos como privados, usaran el sistema E-Verify, le recomendamos que contacte con su delegación legislativa para transmitir sus puntos de vista”, respondió la oficina de Bondi. “Como parte de la rama ejecutiva del gobierno, el fiscal general no vota ni patrocina proyectos de ley ante la legislatura de Florida”.
Caulkett dijo que a menos que el fraude amenace los ahorros de alguien, las autoridades hacen caso omiso.
Mientras tanto, el flujo de inmigrantes ilegales que buscan nuevas identidades alimenta una floreciente industria de documentos fraudulentos. La Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) se enfoca en grandes redes de fraude de documentos y los empleadores más descarados, pero sus recursos limitados se diluyen en múltiples prioridades.
Cuando los inmigrantes ilegales alcancen una masa crítica, al ICE estará paralizado. Los gobiernos estatales y locales tendrán que adoptar leyes más duras para complementar los esfuerzos federales.
“Para mí”, dijo Cuevas, “lo ideal sería contar con algún tipo de identificación con huellas dactilares. Así es como mis abuelos solían firmar en su época”.
Los puertorriqueños no son los únicos buscados por sus documentos. El año pasado, el ICE arrestó a 20 impostores cubanos en los condados de Miami-Dade y Broward que buscan los beneficios de inmigración. Haciéndose pasar por cubanos, el grupo esperaba ganar la libertad y los beneficios concedidos a los ciudadanos de Cuba que buscan refugio en Estados Unidos.
Este artículo fue publicado originalmente en FloridaWatchdog.org