Dos presuntas irrupciones de la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela en territorio colombiano en menos de un mes ya habían comenzado a crear indisposición entre los pobladores de la frontera, especialmente en el departamento de Norte de Santander. Sin embargo, la muerte de un colombiano, que al parecer fue asesinado por miembros de la GNB el martes, ha ocasionado los disturbios de este miércoles que obligaron a cerrar el paso en la frontera colombo-venezolana.
Según testigos, personas con uniforme camuflado le dispararon al hombre con un fusil, cuando se dirigía hacia la ciudad de Cúcuta, capital de Norte de Santander. Fue trasladado por las autoridades colombianas a un hospital junto con un compañero que también resultó herido, pero finalmente perdió la vida.
Tras la muerte del comerciante, que se dedicaba a transportar víveres y gasolina entre las dos regiones, unas 150 personas que se dedican a la misma actividad iniciaron una protesta en el sector venezolano de la frontera, por lo que intervinieron las unidades antidisturbios de la GNB, que sostuvieron enfrentamientos con los denominados “maleteros” en el puente internacional Simón Bolívar.
Las autoridades colombianas confirmaron que están investigando las denuncias “para poder establecer cuáles fueron las circunstancias, las causas y el lugar exacto” donde se registró el hecho.
Por su parte, el defensor del Pueblo de Norte de Santander, Jorge Armando Otálora, ha manifestado que hay un “permanente abuso” de la GNB. “Nosotros le hemos oficiado en repetidas ocasiones a la señora canciller para que por sus conductos diplomáticos se convoque a las autoridades venezolanas que día tras día han venido generando estos enfrentamientos, e inconformidad en los colombianos en la frontera, por el abuso de autoridad”.
Para el defensor, es urgente generar comisiones binacionales y que “eviten que esto siga violando día tras días los derechos humanos de quienes viven en la frontera”.
Y es que esta quizá ha sido la situación de más tensión que se ha vivido en la frontera durante este mes, pero no la única. Hace una de semana causó revuelo el ingreso de miembros de la Guardia en el municipio de Tibú, en Norte de Santander, donde protagonizaron una incursión armada de la que todavía no hay explicaciones concretas.
Los presuntos militares vestidos con uniformes camuflados verdes y dos de ellos ocultando sus rostros con capuchas, requisaron la vivienda de una mujer y robaron un dinero de la Junta de Acción Comunal, hacia las 6 de la mañana del jueves 23 de julio.
De acuerdo con los testimonios a los que tuvo acceso la Defensoría del Pueblo, quienes hicieron pública la denuncia, los hombres armados habrían interrogado a los habitantes de la casa, a quienes acusaban de guerrilleros y les preguntaban sobre la presencia de grupos criminales. Las denuncias indican que los presuntos agresores retuvieron irregularmente a un joven de 18 años, a quien previamente lanzaron al suelo y le hicieron un disparo cerca de la cabeza, así como a un hombre de 28 años.
La información acopiada por la misión humanitaria indica que los responsables de la incursión intentaron sacar del país a los dos hombres, situación que fue impedida por la comunidad.
Ante el hecho, la canciller de Colombia, María Ángela Holguín, envió una carta al vecino país solicitando explicaciones. El ministro de defensa venezolano, Vladimir Padrino López, negó la supuesta incursión de tropas de la Guardia Nacional Bolivariana de su país en territorio colombiano, tal como aseguraron campesinos de la zona.
El ministro aseguró que “la incursión que se denuncia en Colombia, allá en Tibú, al norte de Santander, que hace frontera con el estado Zulia, esa incursión por parte de la Fuerza Armada Nacional, está totalmente negada”.
Este tipo de incursiones de militares venezolanos en Colombia ya se han dado en ocasiones anteriores, a lo largo de la extensa frontera de unos 2.200 kilómetros que comparten ambos países. En noviembre del año pasado, un grupo de funcionarios de la GNB entró en un automóvil, supuestamente persiguiendo a contrabandistas, y atropellaron a un miembro de la policía colombiana.
En otras oportunidades la GNB también ha retenido a indígenas colombianos en otras zonas del país y el defensor ha dicho que las denuncias de los colombianos por el abuso de autoridad de este cuerpo son recurrentes.