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Apenas asumió Javier Milei, en sintonía con su ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró que lo relevante no era salir del cepo cambiario pronto, sino que era hacerlo bien. El recuerdo de un Mauricio Macri que lo hizo sin corregir la situación fiscal, lo que terminó con el retorno del control de cambios dentro del mismo gobierno de Cambiemos, aparecía como una lección muy clara de un error que no se debía repetir.
La salida del cepo para personas humanas anunciada para este lunes por el ministro Caputo, más que una medida en sí es una consecuencia inevitable de lo que se vino haciendo durante este tiempo de gobierno. Primero se corrigió la situación fiscal, luego se dejó de imprimir pesos y, finalmente, se consolidaron las reservas del banco central. Aunque el título de la salida del control cambiario era el que todos buscaban, el gobierno entendió que eso debía hacerse solamente en un contexto determinado.
Como suele decir la platea libertaria en las redes sociales TMAP (Todo marcha acorde al plan).
En su anuncio, Caputo confirmó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y aseguró que Argentina logró consolidar la tercera fase del plan económico. Es decir, terminar con el déficit fiscal, el cuasifiscal y la emisión monetaria y la consolidación de las reservas del central. Para el ministro, la política argentina siempre “despreció” la idea de respaldar los pesos en manos de la ciudadanía, que no es otra cosa que una “deuda”. Algo que el gobierno actual se dedicó a corregir desde el primer momento.
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Además de consolidar el proceso antiinflacionario, el ministro dijo que a partir del lunes se podrá terminar con el cepo cambiario “que tanto daño ha hecho” y que “limita el normal funcionamiento de la economía”.
Vale recordar que, tanto Milei como el ministro, ya habían asegurado que este año el cepo iba a terminar, pero no estaba precisa la fecha. Seguramente esto resulte en un beneficio para los candidatos del gobierno en el marco de un año electoral. El primero que entrará en la contienda electoral es el vocero Manuel Adorni, que competirá por las legislativas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el mes próximo.
La salida del cepo también permite terminar con el “dólar blend”, que mezclaba las cotizaciones del financiero y el oficial, que permitía algo de movimiento en la economía, pero muchas veces a costa de perder reservas. También se podrán flexibilizar los plazos en materia de pagos de exportaciones.
A partir del lunes, el nuevo dólar libre se moverá entre las bandas de 1000 y 1400 pesos, lo que significa que se descarta un “salto” en el tipo de cambio relevante. Hoy viernes, el blue (hasta el momento, “dólar libre” del mercado negro sin intervención, pero sin persecución tampoco) promediaba los 1370 pesos. Todo parece indicar que el anuncio está más cerca de traer confianza y certidumbre que cualquier idea de corrida cambiaria, la cual intentó fomentar sin éxito el kirchnerismo.
El lunes, Argentina habrá dado otro paso rumbo a la normalización económica del país, algo impensado si Sergio Massa hubiera ganado las elecciones en 2023. Como dicen los libertarios, todo marcha acorde al plan.
