
La elección en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires será la primera medición de fuerzas relevante en el marco de un año electoral, cuando se renovará la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado. Para esta contienda, tanto La Libertad Avanza (LLA), como el PRO y el kirchnerismo irán separados. Aunque el peronismo propone otras listas (una encabezada por Juan Manuel Abal Medina y otra por el bloque político de Guillermo Moreno), la principal pulseada es entre LLA y el oficialismo amarillo.
Con los acuerdos caídos, María Eugenia Vidal, del PRO, arremetió contra el espacio del presidente Javier Milei. Ella, aunque no quería ser candidata a concejal, finalmente habría aceptado y ya entró en modo campaña. Esta mañana, la exgobernadora de la provincia de Buenos Aires aseguró que La Libertad Avanza “confundió a su enemigo” en la ciudad. Se refiere a que no debería ir enfrentado al PRO, para establecer una alianza contra el kirchnerismo.
Aunque el oficialismo nacional y el PRO consolidaron un acuerdo fundamental en el Congreso de la Nación, tanto para hacer aprobar normativas fundamentales del Poder Ejecutivo, como para respaldar los vetos presidenciales, lo cierto es que, en el ámbito municipal, el macrismo y el liberalismo deberían expresar algo diametralmente opuesto.
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Aunque muchas personas del “antikirchnerismo” miraron para otro lado, las gestiones de Mauricio Macri, las de Horacio Rodríguez Larreta, y ahora las de Jorge Macri, han expresado la antítesis de los principios liberales libertarios: se ha agrandado el Estado, se aumentaron los impuestos, se incrementó la burocracia y creció exponencialmente la plantilla de empleados públicos, muchas veces para dependencias que no tendrían ni siquiera que existir.
Hasta que irrumpió el espacio político de Javier Milei, los liberales terminaban votando con reparo e indignación por los candidatos del PRO, solamente para no darle la ciudad a la mafia kirchnerista. Claro que ahora el panorama es diferente. Durante ese proceso, sobre todo cuando Mauricio Macri era intendente, la excusa que daban los funcionarios y legisladores porteños para mantener el modelo estatista era la siguiente: había que contestarle al kirchnerismo con una gestión de corte socialdemócrata, para despejar críticas del supuesto “neoliberalismo salvaje”. Aseguraban que, de llegar a la Presidencia, allí se harían las reformas necesarias. Macri se convirtió en presidente, pero lejos de implementar un programa liberal en la nación, se emuló el mismo modelo estatista porteño.
Aunque La Libertad Avanza tiene cuadros en la legislatura desde 2023, hay que reconocer que la bancada liberal (que promueva una verdadera agenda libertaria) sigue brillando por su ausencia. Cuando uno preguntaba al sector vinculado a Ramiro Marra, la respuesta era similar a la del macrismo hace una década: no se puede confrontar con el gobierno local para tener asegurados los votos en el Congreso Nacional para cuestiones más relevantes.
Aunque Marra fue apartado del bloque, todavía no ha aparecido la propuesta libertaria ante el modelo estatista macrista. La actitud diferente de Milei (que sí implementó el plan motosierra al llegar al gobierno nacional a diferencia del macrismo) bien merece otorgarle el beneficio de la duda y el voto de confianza para que, a partir de este año, con la consolidación parlamentaria de LLA en el Congreso, sí aparezca la tan necesaria bancada libertaria. De ser candidato el vocero Manuel Adorni, el futuro es auspicioso en materia de agenda libertaria para la bancada municipal.
Justamente, la elección que brindará al oficialismo nacional la independencia parlamentaria en el Congreso, es la oportunidad ideal para que los porteños puedan elegir, al fin, los legisladores que propongan una propuesta libertaria para cambiar de raíz la estructura burocrática municipal. De nada sirve ganar el primer lugar fácilmente, si se fomenta un interbloque en la legislatura que no tenga claro hacia donde tiene que girar la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Como hizo el mismo Milei en el Congreso hace tres años, es preferible mostrar el proyecto, la agenda propia y crecer desde allí.