El anuncio del presidente argentino Javier Milei tuvo éxito antes de empezar. Como hace mucho tiempo no ocurría en este país, el tema de conversación durante el día fue el discurso el mandatario nacional daría por cadena nacional a las nueve de la noche. En poco menos de cuarenta minutos, el jefe de Estado hizo un repaso de los principales logros del inicio de la gestión y anticipó lo que viene de cara a la elección de medio término.
Para empezar, Milei les agradeció a los argentinos por respaldar y soportar el ambicioso plan de ajuste y aseguró que la población ya dejó en evidencia que su victoria no se trató ni de un capricho ni de una moda política. Confiado que la estabilización macroeconómica del país dará su fruto en materia de inversión, el economista libertario se vio confiado que la situación de la ciudadanía continuará mejorando, profundizándose durante 2025.
- Lea también: Argentina va hacia el ordenamiento de sus cuentas públicas
- Lea también: Cocinera kirchnerista se queja de que Argentina está cara (y vende a 10 USD un pan con manteca)
Asimismo, aclaró, por si hiciera falta, que, a diferencia de lo que se hizo hasta ahora, el año electoral no traerá consigo ninguna política “expansiva” para reeditar el populismo de la política tradicional cada vez que tiene que ir a las urnas. El plan es mantener el déficit cero, el superávit fiscal y que el sector privado consolide las mejoras que ya se vienen avizorando.
“Este año ya conocieron la motosierra, pero consistió principalmente en revertir los excesos de los últimos años kirchneristas. Ahora se viene la motosierra profunda, porque lo que tenemos que desandar son capas geológicas de organismos y funciones estatales injustificadas”.
El presidente también anticipó que el 2025 será el último del cepo de cambios, el que calificó como “una aberración que nunca debió haber sucedido”. También reiteró su promesa de cerrar el Banco Central y aseguró que ya comenzó el proceso para que los argentinos puedan comerciar en las monedas que deseen, un comentario que vino de la mano con el anuncio de la reducción en un 90 % de los impuestos y la devolución a las provincias de su autonomía fiscal, para hacerlas más competitivas.
Entre otras novedades, Milei también adelantó la profundización del proyecto de una Argentina con desarrollo nuclear con “investigación en tecnologías emergentes de reactores pequeños y modulares, manteniendo los máximos estándares de seguridad y eficiencia”.
En materia de seguridad, además de destacar la merma en la cifra de homicidios, sobre todo en Rosario, tan afectado por la violencia narco, Milei anticipó el proyecto del “FBI argentino” para desarrollar con lo que hoy es la policía federal:
“Esto aumentará su eficiencia operativa, su profesionalización, su tecnología y su capacidad para combatir delitos con un alcance tanto nacional como internacional. O sea, un FBI argentino de verdad, no el espejito de color que vendía Massa”
Seguramente, los agentes económicos tomarán de muy buena manera el esperado discurso y mañana Argentina amanezca, una vez más, con números que le sigan sonriendo a una gestión disruptiva, que ya tiene un éxito inédito para un primer año de mandato.