En el marco de una polémica entrevista televisiva este miércoles por la noche, el presidente Javier Milei dijo lo que veníamos advirtiendo desde las columnas del PanAm Post. Victoria Villarruel, su vicepresidente, no forma parte de las decisiones del gobierno, no asiste a las reuniones del gabinete y mantiene solamente el estricto diálogo “institucional” con él.
Como para que no quede ninguna duda sobre su posición, el mandatario argentino indicó que la exdiputada, como ella misma dijo, se siente más cómoda con la “alta política” del senado que con lo que impulsa La Libertad Avanza. Incluso afirmó que la vicepresidente parece estar más cerca de “la casta” que de la propuesta que lleva adelante su gobierno.
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Aunque la confirmación cayó como una bomba, la verdad es que nadie debería mostrarse muy sorprendido. Milei ya había hecho referencia a la existencia de “traidores” en el acto que realizaron en el Parque Lezama en septiembre. Luego cuestionó enfáticamente el homenaje a María Estela Martínez de Perón y, la última semana, ironizó sobre la frase de “la alta política” en una de sus presentaciones.
Quien haya prestado atención a todo lo que sucedía, hoy no escuchó nada nuevo, sino la confirmación de algo que se viene barajando hace tiempo. Evidentemente, el presidente consideró que este era el momento oportuno para poner blanco sobre negro y despejar todas las dudas al respecto.
Ahora, aunque no sea demasiado relevante, solo queda esperar por la reacción de Villarruel, que durante los últimos meses se dedicó a usar la plataforma de la vicepresidencia para su proyecto político personal. Luego del golpe de KO que recibió por parte del jefe del Poder Ejecutivo, es evidente que ahora sus acciones cotizan a la baja. Todo lo contrario del economista libertario, que viene subiendo fuerte en las encuestas de la mano de la recuperación económica.
Luego de la entrevista de la que habló todo el país, Milei replicó en sus redes sociales algunos segmentos de la transmisión dedicados a las buenas noticias del ámbito económico, dejando de lado por completo la cuestión política vinculada a Villarruel. Esto parece indicar que, al menos para él, este tema está más que terminado, como el futuro político de la vicepresidente que llegó pensando que contaba con un capital propio que evidentemente no tiene.