La relación estrecha entre Javier Milei y Donald Trump abrió una serie de especulaciones sobre los supuestos beneficios de un triunfo republicano en los comicios de hoy. En el marco de una elección incierta, que podría demorar resultados en varios estados, PanAm Post consultó a varios especialistas sobre lo que podría suceder, en el caso que el neoyorkino retorne a la Casa Blanca.
En diálogo con el diputado Damián Arabia (PRO), el legislador advirtió la importancia de lo que anunció hace unos días el presidente argentino. Que, más allá de sus preferencias individuales, la relación entre Argentina y Estados Unidos será inamovible. Sin embargo, el congresista cercano al oficialismo (que respaldó al presidente a la hora de sostener los vetos contra las leyes irresponsables impulsadas por la oposición) señaló que el país “está saliendo de un proceso inflacionario y de un déficit crónico”. Por lo tanto, en estas circunstancias “contar con un gobierno aliado que nos ayude a recuperar el crédito y a facilitar el ingreso a los mercados internacionales, además de incrementar el intercambio comercial, sería positivo”.
En comunicación con el economista Adrián Ravier, el especialista advirtió que la buena relación entre el expresidente estadounidense y el mandatario argentino siempre es una buena noticia, pero destacó que se debe tener en cuenta las eventuales medidas proteccionistas que Trump pueda implementar. Algo que no sería una buena noticia para una Argentina en camino a abrirse al mundo.
Para Ravier, otro dato relevante es la reducción de la tasa por parte de la Reserva Federal en 50 puntos básicos, cuando se esperaba una política de mayor liquidez que ayude a la región. Esto podría impulsar un aumento de precio de los commodities. Además, con los buenos datos de empleo y actividad económica en Estados Unidos, en caso de que Trump refuerce su lucha contra la inflación, estaríamos viendo una reducción más lenta de lo esperado en la tasa de interés. “Más allá de todo, Trump es amigo de Milei y eso siempre puede contribuir. Independientemente, las instituciones en EEUU son sólidas y lo más probable es que, gane quien gane, ambos candidatos tendrán que ir hacia una moderación de todo lo que dijeron en campaña”, resaltó.
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Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso, coincidió en la necesidad de “terminar con la mitología” de que basándose en la amistad entre Trump y Milei, el republicano podrá enviar un barco con dinero a Buenos Aires. “Eso no va a pasar ni el presidente argentino lo va a pedir (…) Nada semejante está en las atribuciones del presidente de los EEUU. Eso tiene que pasar por el Congreso”, comentó el economista.
Donde sí puede existir algún tipo de beneficio es en los organismos de crédito internacionales. “Allí que sí es importante que exista una buena relación entre el presidente argentino y su par norteamericano. Pero también hay que decir que, hasta el momento, entre la gestión actual de Milei y el gobierno de Joe Biden, las negociaciones, por ejemplo, con el Fondo Monetario Internacional, han sido muy buenas. Esto no tendría que llamarnos la atención, ya que los jugadores influyentes detrás de los organismos son los países desarrollados, que estaban pidiendo hace años que Argentina adopte una senda normal. De repente, asume Javier Milei y el país se embarca en el rumbo correcto, por lo que es lógico el apoyo. En este sentido, la perspectiva es buena, más allá que la relación personal con Trump pueda colaborar con llegar a destrabar algún asunto concreto que pueda surgir”.
Con respecto a los programas económicos de ambos candidatos, Abram coincidió con Ravier con el riesgo de unas eventuales medidas proteccionistas por parte de Trump. Sin embargo, también advirtió que con Harris existen otros problemas, como la política estatista doméstica, lo que sin dudas perjudicaría la economía estadounidense causando un impacto negativo en términos internacionales. También señaló en coincidencia con su colega, que las instituciones norteamericanas harán una contribución importante, en caso que cualquiera de los dos pretenda excederse de sus prerrogativas, como ya sucedió con otros presidentes en el pasado.