La gestión actual del presidente Javier Milei dejó en claro de un primer momento que el Estado no debe jugar a ser empresario. En este sentido, ya desde la campaña del año pasado, el mandatario planteó la necesidad de privatizar todas las empresas públicas.
Claro que las restricciones parlamentarias acotan el margen de acción de un gobierno que tendrá que esperar un año más para incrementar el número de legisladores. Cuando se aprobó la Ley Bases, los diputados y senadores “dialoguistas” que aportaron sus votos lograron que Aerolíneas Argentinas quede afuera de la lista de las primeras empresas a privatizar.
Sin embargo, en lugar de aprovechar la oportunidad para tratar de estar en sintonía con los pasajeros, los sindicatos de la denominada “aerolínea de bandera” incrementaron la hostilidad, perjudicando a miles de personas. Como si fuera poco, hasta se descubrió que un grupo de empleados abría las maletas de las personas antes de llevarlas a la cinta donde son retiradas por sus dueños.
En este sentido, las nuevas autoridades decidieron avanzar de forma decidida, declarando actividad esencial al servicio y despidiendo a los delincuentes que fueron descubiertos con las cámaras de seguridad. También se está buscando apartar del directorio a los sindicalistas mafiosos, que usan a la empresa como propia, amparados por el kirchnerismo.
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Claro que todo lo que sucedió en los últimos meses impactó fuertemente en la opinión pública, incrementando el número de argentinos que consideran que hay que vender urgentemente la empresa. En el marco de una legislación de reforma del Estado vigente de la época de Carlos Menem, Javier Milei firmará un decreto para comenzar con el proceso de privatización de Aerolíneas Argentinas.
“Como ustedes ya saben, Aerolíneas Argentinas arrastra un déficit crónico”, señaló Adorni este viernes, en su tradicional encuentro con los periodistas en Casa Rosada. Al informar la medida, el vocero resaltó que las cuentas en rojo de AA, demandan transferencias de recursos que “ponen en riesgo la sostenibilidad fiscal”.
Desde la estatización, durante el kirchnerismo, las pérdidas de Aerolíneas Argentinas fueron de aproximadamente 8000 millones de dólares. “¿Por qué los argentinos deben cubrir esta atrocidad?”, se preguntó el vocero presidencial, que lamentó la “falta de empatía”, sobre todo para los contribuyentes de menores recursos que nunca viajaron en avión.
Según informaron los medios nacionales, ahora el gobierno buscará aprobar en el Congreso una ley respaldatoria rápidamente, para que la privatización llegue a buen puerto. Varios bloques como el del PRO y un espacio de la Unión Cívica Radical ya dijeron que acompañarán la iniciativa.
Ya era hora.