Las redes sociales, la diversificación de los contenidos y los comentarios que ya son multilaterales y descentralizados pusieron en jaque a los medios argentinos tradicionales. El periodismo mainstream no ha podido hasta el momento recuperarse del golpe de KO que significa que las personas puedan, simplemente, responderles. Antes, la unidireccionalidad del discurso brindaba un monopolio para los comunicadores consagrados. Ellos decían y se construía un relato oficial, que muchas veces terminaba imponiéndose. Ahora, cuando miles de personas se manifiestan en tiempo real y responden, ya se perdió el poder de fuego de los viejos “formadores de opinión”.
En el marco del blanqueo que fomentó el gobierno (que está permitiendo un crecimiento exponencial de los depósitos en dólares que ingresan al sistema) corrió un infundado rumor sobre una posible confiscación, como ya vivió Argentina en otros momentos de su historia. Claro que nada de esto tiene que ver ni con la coyuntura actual ni con la perspectiva del oficialismo, que inició un durísimo plan de ajuste, justamente, para evitar cualquier violación a los derechos de propiedad.
Sin embargo, Radio Mitre (una de las más importantes del país) decidió compartir una publicación en sus redes sociales advirtiendo que “crecen las sospechas” de que el gobierno devolverá los dólares que la gente deposita en los bancos “en bonos”. Vale aclarar que mucha gente todavía tiene miedo de sacar los dólares del “colchón” luego de las experiencias de la historia reciente como el “Plan Bonex” a principio de los noventa o el “corralito” y el “corralón” al inicio de la década del 2000.
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Advirtiendo que nada de lo mencionado tiene el más mínimo asidero, ingresé al enlace del artículo para ver qué argumentaba el importante medio. Para mi sorpresa, la nota no coincidía en nada con lo que advertía la publicación en las redes sociales.
Allí se leía el diálogo entre un periodista y un economista. El comunicador le preguntaba al especialista, efectivamente, si existía alguna posibilidad de que el gobierno devuelva en bonos los depósitos y el entrevistado lo negaba de manera rotunda. Por lo tanto, la publicación para promover el artículo debía ser exactamente la contraria a la elegida. Sin embargo, todas las personas que leyeron al pasar se quedaron con la idea de que podría llegar a tener lugar algún tipo de confiscación de los dólares que por estas horas ingresan al sistema bancario.
Lógicamente, muchos usuarios advertían la incongruencia de lo publicado por Radio Mitre y las opiniones se dividieron en dos: entre la desidia periodística total de un pésimo trabajo o la mala intención premeditada. Pero que se trató de un papelón, nadie pudo negarlo.
Al poco tiempo, el medio borró la publicación y eliminó el artículo. Pero ya estaba tanto en miles de capturas de pantalla como en la memoria de todos los que no dejaron pasar el tuit e ingresaron para ver de qué se trataba.
El mismo Javier Milei hizo referencia al escándalo y le preguntó al Foro de Periodismo Argentino (de abierto y explícito perfil opositor) si podía cuestionar lo que fue evidentemente una burda fake news o si, de no hacerlo, se trataría de un acto contra la libertad de expresión, como los que le suelen imputar.
¿Podrán recuperar la credibilidad los medios argentinos tradicionales o están condenados a la extinción?
.@FOPEA teléfono…
¿Si denuncio esto constituye un acto contra la libertad de expresión? ¿Uds avalan la mentira adrede? Parece que la posición de uds avala la mentira, la calumnia, la injuria, el chantaje y la extorsión… ¿son cómplices por ser parte del curro corrupto?
CIAO! https://t.co/Yghq5qZtWt— Javier Milei (@JMilei) September 26, 2024