Aunque las fotos que parecen evidenciar los maltratos de Alberto Fernández a su expareja hablarían por sí solas, escuchar el sonido ambiente de lo que sucedía en la quinta presidencial de Olivos permite tener una comprensión más clara de una situación que ahora sale a la luz.
Trascendió uno de los tantos audios de la causa, que habría sido grabado por la misma Fabiola Yáñez, donde se escucha al expresidente agredirla e insultarla, en un contexto tan agresivo como pareciera usual. ¿El contexto? Series y películas argentinas y una amiga de la ex primera dama que habría hecho alguna producción. Aunque parezca irrelevante todo esto, evidentemente en el aire había una situación de violencia y hartazgo, que se manifestaría ante cualquier discusión doméstica.
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La grabación comenzó con un supuesto reclamo de Fernández a su exmujer sobre lo que se tendría que “bancar” con respecto a las producciones de sus amigas. La respuesta de Yáñez hizo referencia a las reiteradas infidelidades de él, ya que le dijo que al menos ella no se acostaba con otros hombres. Este punto concreto Fernández lo ignora por completo, contestándole lo siguiente:
“Hay que verla porque es la producción de Sandra… ¿Pero qué Sandra la concha de tu madre? Debe ser una mierda de serie… ¿y cuando quiero ver una película argentina no se puede ver porque son todas una mierda? Pero esta… como la hace tu amiga… ¡Andá a la puta que te parió, vos y toda tu cría, boluda!”
Lo llamativo de la cuestión es la tranquilidad con la que Yáñez toma los gritos y maltratos, dejando en evidencia que la situación sería mucho más cotidiana que inusual. “Bajá la voz”, se limitó a decirle, como si lo que estuviese pasando en ese momento registrado fuera cosa de todos los días.
¿Qué significa la existencia de estos audios?
Que Fabiola Yáñez haya grabado los maltratos de Alberto Fernández indica que, eventualmente, consideraba usarlos en su contra.
Esto es lo que plantean los pocos defensores del expresidente. Sin embargo, si se llega a esa conclusión de todas las acusaciones contra la ex primera dama, nada relativiza o le quita responsabilidad a Fernández.
Aunque Yáñez cobre fortunas por las entrevistas, se esté dando una buena vida en Madrid y desee “sacarle el jugo” a toda esta situación, la denuncia de violencia de género es real y las acusaciones son muy serias. Es probable que, mientras avance la causa, ninguno de los dos quede bien parado ante la opinión pública. Sin embargo, el que ha tenido más para perder es el político peronista. Ella podrá seguir dando entrevistas y obteniendo rédito de esta situación. No necesita para esto tener mayorías a favor o buena parte de la opinión pública de su lado. En cambio, para un político, esta situación es el fin, que ya estaría más que consumado en su caso.