Aunque se intente instalar la cuestión de la “represión policial” en las marchas de la oposición en Argentina, está más que claro (y documentado) que lo que sucede es un fenómeno muy diferente: el de las problemáticas violentas y de enfrentamientos que se producen cuando un grupo de personas no desea manifestarse, sino generar desmanes y destrucción, incluso queriendo entrar por la fuerza al Congreso que sanciona y vota como a veces pretenden la izquierda y el kirchnerismo.
Esta situación, aunque parezca retórica o terminológica, es válida advertirla. En varios países, como en Cuba, se encarcelaron a personas inocentes que sí deseaban manifestarse y solamente portaban un cartel que le incomodaba al régimen. Bajo el gobierno de Javier Milei y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, la protesta política es legítima y legal, como indica la Constitución Nacional. Sin embargo, no se puede cortar las calles ni generar destrozos, como también indica la Carta Magna.
Mientras se discutía el veto presidencial a la irresponsable reforma previsional (que el Poder Ejecutivo ya había informado que vetaría), en las calles, la oposición utilizaba a los adultos mayores vinculados al kirchnerismo como carne de cañón, para conseguir las fotos que les permita argumentar la “represión”. Sin embargo, lamentablemente, también habían niños. Como suele ocurrir y como no tendría que pasar bajo ningún punto de vista.
- Lea también: Nadie inteligente puede culpar a Milei por la situación de los jubilados
- Lea también: Con Alberto Fernández cayó el peronismo, el kirchnerismo y también el feminismo
Esta semana, la noticia que la oposición no consiguió los votos necesarios para revertir el veto presidencial, quedó opacada por la situación que padeció una niña de 10 años. Todo parece indicar que la misma padeció la presencia de unos gases lacrimógenos, utilizados por las fuerzas de segurar para recuperar las posiciones, cuando los violentos “manifestantes” avanzan cometiendo los desmanes conocidos ya por toda la opinión pública.
Aunque el kirchnerismo pretendió visibilizar la situación para pedir la renuncia de Bullrich y atacar al gobierno de Milei, lo que terminó ocurriendo es otra cosa. La apertura de un debate inesperado para la oposición. Buena parte de la sociedad, en lugar de enojarse con el gobierno (que las encuestas muestran que sigue contando con el respaldo de la mayoría), arremetieron contra la madre. Es que, lo cierto es que no parece ni comprensible ni razonable que una niña se encuentre allí, expuesta a situaciones de violencia que pudieron haberle causado perjuicios mayores, incluso.
Lamentablemente, puede que esto sea lo que quieren. Como se dice en la jerga política argentina, la cuestión de “tirarle un muerto” al gobierno.
Ni lento ni perezoso, el abogado kirchnerista Gregorio Dalbon, que hasta asesoró a la misma CFK en sus causas judiciales, irrumpió para defender a la niña y su madre públicamente. Claro que la estrategia de la “defensa” de lo que será una “causa pública” será la de culpar a una gestión por atacar a los jubilados y a los niños inocentes. Hasta intentaron buscarle un rótulo al caso. El de la “nena gaseada”.
Sin embargo, la percepción del kirchnerismo puede que sea un tanto desacertada otra vez, como cuando subestimaron electoralmente a Javier Milei.
Esta tarde, “la madre” fue tendencia en las redes sociales. Los comentarios de los usuarios no estaban “condenando” al gobierno y a la supuesta represión. Los señalamientos venían para la mamá de la nena. Algunos pedían que se le quite la tenencia y otros, directamente, que la lleven presa.
JJAJAJ los kukas van a hacer una conferencia de la nena gaseada a las 19 para que los periodistas le hagan preguntas pic.twitter.com/9vAwlgUrRa
— Los Herederos de Alberdi (@LHDA16) September 13, 2024