¿Qué tiene que ver lo que sucedió hoy en el Senado con el despido de tres pilotos de Aerolíneas Argentinas? ¿Cómo se relacionan esas cosas con el exitoso operativo de seguridad que impidió que ayer un grupo de energúmenos ingresara al recinto para interrumpir una sesión? ¿Está conectado todo esto con otras cuestiones como que ya no se corten las calles en las protestas políticas? ¿Y que los precios ya no suban exponencialmente en los supermercados?
Sí. Aunque en lo superficial parezcan diferentes asuntos no necesariamente relacionados, hay una voluntad política para llevar adelante una serie de reformas fundamentales, sobre todo, teniendo en cuenta la debilidad extrema legislativa de un oficialismo que necesita llegar rápidamente y sin sobresaltos a la elección de medio término que le permita incrementar el número de bancas.
Con esa misma minoría total, esta tarde la Cámara de Senadores dio la media sanción para el proyecto de boleta única. Lo que no hicieron los gobiernos anteriores con más legisladores, e incluso mayorías, lo consiguió un gobierno que llegó con un par de representantes a la Cámara alta. La diferencia esta vez no pasó por la cantidad de personas disponibles para aprobar una normativa. Ahora, la cuestión tuvo que ver con que un gobierno no quiso utilizar la ventaja de ser “el partido de Estado” y fomentó la aprobación de una ley necesaria, sobre todo, para los pequeños partidos que no pueden fiscalizar correctamente las elecciones. Además de beneficiar a los contribuyentes, que ya no pagarán una fortuna en cada elección para financiar un sistema delirantemente ineficiente.
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Ahora los diputados tendrán que dar el visto bueno definitivo (ya que ingresaron al texto algunas modificaciones de la versión que tenía media sanción) y si todo sale bien, la próxima elección nacional será más civilizada, como en la mayor parte del mundo.
Mientras la noticia sobre la reforma electoral llegaba a los medios, otra cuestión también acaparaba la atención, la cual está relacionada con la estatal Aerolíneas Argentinas, que el oficialismo todavía no ha podido privatizar. Vale recordar que la oposición, para votar la fundamental Ley Bases, pidió que la compañía quedara fuera de las privatizaciones propuestas, por lo que el tema dependerá de la próxima conformación parlamentaria que tendrá lugar a partir del año que viene.
Sin embargo, el gobierno está decidido a que terminen los abusos de los sindicatos. Esta semana se determinó que los vuelos serán un “servicio esencial”, por lo que los gremialistas no podrán generar paros que suspendan el servicio, dejando varados a los pasajeros. Hoy, tres pilotos se negaron a volar, en el marco de un supuesto reclamo por “el vaciamiento de la empresa”. Lo que en otro momento (incluso durante el macrismo) hubiera sido nada más que el inicio de un nuevo conflicto, ahora lo que pasó fue otra cosa: los tres despedidos. ¡Afuera!, como dijo en campaña el presidente, al prometer que cerraría varios ministerios. Promesa que cumplió, ya que se redujeron a más de la mitad. Ya no hay intocables.
Claro que estos asuntos, aunque complejos, son más sencillos que recomponer la economía, la inversión, los salarios y las jubilaciones. Esto será algo más largo, pero es inevitable que así sea. Afortunadamente, el rumbo económico también es el correcto. Los cambios en Argentina son un hecho. Milagros por ahora no hay, claro.