Florencia Aguirre, esteticista de la ex primera dama, Fabiola Yáñez, declaró ante la Justicia e irrumpió entre las declaraciones del expresidente Alberto Fernández y su expareja, por la causa de violencia de género que hay en contra del antiguo mandatario, un caso en el que siguen sumándose revelaciones decisivas. Vale recordar que cuando trascendieron las fotos con los moretones, ambos dieron versiones cruzadas.
Mientras que Yáñez aseguró que fueron los golpes de Fernández, desde el entorno del acusado adelantaron lo que será su carta ante el Poder Judicial: daños autoinfligidos, problemas con el alcohol y hasta un tratamiento estético que habría sido el responsable de la lesión en uno de sus ojos. Nadie se ha animado en el debate público a darle su respaldo hasta el momento.
Como la esteticista estuvo cerca de Yáñez desde 2016, ella es una testigo clave de lo que ocurría con la pareja a puerta cerrada, especialmente en el período complicado de la pandemia, donde se habrían desatado varios hechos de violencia. Además, su declaración era muy esperada, ya que era la persona adecuada para confirmar o echar por tierra la teoría del supuesto tratamiento estético que podría haberle desencadenado el moretón que causó polémica en las redes y los diarios, tal como insinuó Fernández.
Sin embargo, como era de esperar, Aguirre no solo negó la relación entre un tratamiento estético con la lesión, sino que contó cómo en una sesión se encontró con este golpe.
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“El 19 junio de 2021 ingresé a la Quinta por la fiesta de la bandera. La atendí, le hice una limpieza de cutis y le hice un masaje. Luego me retiré, no le hice ningún otro tratamiento. Vuelvo a Olivos el 29 junio y me la encontré con un hematoma en el ojo. Le pregunté que le pasó y me dijo que fue Alberto sin querer. La verdad que la miré y no le creí”, declaró la esteticista.
En su declaración, aseguró que por la cuestión del embarazo que cursaba Yáñez no apeló a ningún tratamiento invasivo, por lo que negó rotundamente que la lesión pudo haber sido consecuencia de una reacción a los elementos utilizados.
“En ese momento no le toqué el rostro. Le hice un masaje porque estaba estresada y un drenaje linfático. Como estaba con el tratamiento de embarazo se le hinchaba las piernas y entonces me pedía el drenaje linfático. Ese día tenía un hematoma en el ojo, era color morado y tenía color amarillo”, manifestó.
Con respecto a la situación de la pareja, Aguirre señaló que Yáñez se encontraba muy triste, ya que había encontrado el material audiovisual en el teléfono que manipulaba su pequeño hijo. También comentó que la exprimera dama había compartido con ella la cuestión de las reiteradas infidelidades.
Aunque la causa judicial recién comienza, el panorama de Fernández es más que complicado. Sin hablar de su situación política y de imagen ante la opinión pública, que eso parece ser un asunto completamente terminado ya.