Ni bien asumió Javier Milei propuso, en sintonía a sus propuestas de campaña, privatizar todas las empresas estatales. Sin embargo, la minoría en ambas cámaras hizo imposible (al menos por ahora) que se pueda avanzar por completo. Para que el gobierno consiga los votos para lograr la Ley Bases, hubo que acotar la lista de “empresas” a privatizar. Desafortunadamente, Aerolíneas Argentinas quedó afuera por la protección del kirchnerismo.
Sin embargo, los sindicatos de la denominada “aerolínea de bandera” no aprovecharon la situación coyuntural para tratar de cuidar la imagen pública de AA. Todo lo contrario, multiplicaron sus paros y asambleas, perjudicando a miles de usuarios que vieron suspendidos, demorados y cancelados sus vuelos.
- Lea también: Aerolíneas Argentinas cancelará vuelos a Cuba porque generan pérdidas
- Lea también: Azafata en modo “ex resentida” causa pérdidas millonarias en Aerolíneas Argentinas
De esta manera, con un gobierno que se manifiesta abiertamente por su privatización, la opinión pública va viendo con mejores ojos la privatización de la empresa. Este fin de semana, el subsecretario de prensa, Javier Lanari, utilizó la misma terminología del kirchnerismo para plantear la necesidad de privatizar la empresa. Aseguró que el cambio sería un sinónimo de “justicia social” para los argentinos.
Cabe destacar que, tras la eliminación de Aerolíneas Argentinas en la lista de empresas a privatizar en el corto plazo habilitadas por la Ley Bases, el PRO presentó un proyecto de ley particular para la privatización particular de AA. La normativa no fue propuesta por La Libertad Avanza, sino por los socios del macrismo, más allá que se consigan o no los votos para la aprobación. Es importante recordar que durante el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) nadie pensó en avanzar en este sentido desde el gobierno del PRO.
“La privatización permitirá que Aerolíneas Argentinas opere bajo criterios de eficiencia comercial, mejorando la calidad del servicio y generando un ambiente más competitivo, que beneficiará a toda la ciudadanía”, indica en los fundamentos el proyecto que lleva la firma del diputado Hernán Lombardi.
De a poco, los periodistas del “mainstream” comunicacional van percibiendo el cambio de humor con respecto a la aerolínea estatal. Esta mañana, Luis Novaresio comentó en sus redes sociales que comenzaba otro “día infame” para los que tengan que tomar un avión de AA, producto de la actitud del personal. Alejandro Fantino, que no se había manifestado en favor de la privatización previamente, se hartó y dijo que la gente tiene que “entrar a la pista y buscar su propio equipaje”, si el personal entra en asamblea. “Es un asco esto, no saquen nunca más un pasaje en Aerolíneas Argentinas”, dijo desde su programa en Neura.
Definitivamente, la cuestión será un tema de campaña el año próximo, ya que seguramente el futuro de Aerolíneas Argentinas se defina con la próxima conformación parlamentaria. Casi a modo de encuesta vinculante, cada voto para el oficialismo y sus aliados en las elecciones de medio término será una manifestación en favor de la privatización, mientras que los que elijan por el kirchnerismo significará todo lo contrario, para dejar las cosas como están.
Es bastante evidente que en Argentina la mayoría de la gente está a favor de un cambio, que de a poco se va consolidando en los diversos ámbitos de la dañada economía nacional, que repunta de a poco.