Apenas se consumó el predecible fraude de Nicolás Maduro y el chavismo, los países comenzaron a alinearse ante el nuevo panorama. Unos pocos impresentables reconocieron la supuesta victoria oficialista, mientras que los países más serios del mundo advirtieron que el régimen había perdido por paliza. Sin embargo, otros (varios, incluso muy importantes) comenzaron un juego diferente: el de las vueltas y la evasión, que no hizo otra cosa que regalarle tiempo a la dictadura.
Uno de los que miraba para otro lado y no se manifestaba concretamente era el español, Pedro Sánchez. Sin embargo, las presiones en España y en la Unión Europea se tornaron cada vez más fuertes. Cuando la situación ya se volvió insostenible, el líder del PSOE tuvo que romper el silencio. Aunque no se refirió ni a Maduro ni al chavismo, sí respaldó a Edmundo González Urrutia, quien sería el presidente electo de acuerdo con las únicas actas publicadas de la elección.
Aunque la manifestación del mandatario de uno de los países más importantes de Europa es noticia, hay que recordar que sus coaliciones de gobierno no se caracterizaron por la defensa de los valores democráticos. En su gestión previa, Sánchez tuvo como aliado a Podemos, que salió del gobierno por una sola razón: el magro resultado en las urnas que le cambió al junior partner, con el ingreso de Sumar (que es exactamente lo mismo).
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Como para darle un contexto a las sociedades de Sánchez, vale mencionar a Juan Carlos Monedero (uno de los fundadores principales de la agrupación podemita) fue una de las “figuras” internacionales que estuvo en Caracas el día de las elecciones y se prestó para el circo del chavismo, que dijo que había ganado las elecciones.
Sin margen para seguir jugando al silencio, Sánchez respaldó a González Urrutia y aseguró que España “no lo va a dejar solo”, como si se hubiera manifestado previamente en favor del verdadero presidente electo de Venezuela. También lo calificó como un “héroe” ante el aplauso de los asistentes, que acompañaron su alocución.
De esta manera, en el marco internacional, Maduro pierde a uno de sus aliados indirectos que, aunque no había reconocido su victoria, lo beneficiaba con su ambigüedad. Habrá que ver qué ocurre en los próximos días con Luiz Inácio Lula da Silva, sobre todo ante la complicada situación en la embajada argentina en Caracas. En las últimas horas, el régimen notificó a las autoridades de Brasil que ya no reconoce su presencia en la sede diplomática y crece la tensión.
🚨🇻🇪 ÚLTIMA HORA: Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, califica a Edmundo González Urrutia como “héroe” y dice que España no lo va a dejar solo. pic.twitter.com/nAQqmuhWJY
— Guillo (@codiguillos) September 7, 2024