Brasil tiene una gran fama de poseer un sinnúmero de ricos tragos, así como de destacarse por sus tradicionales cervezas. Sin embargo, aunque muchos no lo saben, de a poco va creciendo exponencialmente la calidad en el mundo del vino. Si bien las producciones de las variedades tintas y blancas vienen experimentando en la actualidad un proceso de descubrimiento, aquellos que han tenido la fortuna de probar los espumosos que ofrece este país ya saben que hay algo realmente digno de atención.
Basándonos en este contexto, en aras de seguir indagando cada vez más para ahondar en lo que esconde es nuevo campo, abierto para ser explorado, conversamos con Jéssica Hilgert, sommelier de la bodega Casa Tertúlia, e hija de la enóloga del emprendimiento, y nos contó todo lo que hay que saber sobre la actualidad de Brasil en materia de producción vitivinícola.
Dónde se produce, cuáles son las características del terruño, los procesos de vinificación y las perspectivas de un sector que, si bien tiene muchos años, es justo en la actualidad cuando comienza a transitar el complicado camino de un producto “Premium” de reconocimiento internacional.
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¿Podrá imponerse el vino en un mercado local que tiene otras costumbres como consumo masivo? ¿Logrará hacerse un lugar la producción brasilera en un mercado internacional que tiene como consumidor a un público “conservador”? Estas son preguntas que la industria del vino de Brasil irá respondiendo de a poco, pero, de lo que no hay dudas, es que, a la hora de producir espumosos de un primerísimo nivel, a precios más que razonables, este gigante sudamericano tiene un potencial (más allá del de guarda) para salir a la cancha y competir con los jugadores más importantes del mundo.