La película de Los simuladores ha sido una de las producciones más esperadas, pero, con el correr de los meses, los anuncios sobre el lanzamiento se fueron diluyendo. Al día de hoy, se confirmó que la producción está en stand by y que no hay fecha para comenzar a filmar por problemas de financiación.
El que dio la noticia fue uno de los protagonistas, Diego Peretti, que resaltó que el guion está, que las ganas de hacerla, también, pero que no están los recursos económicos como para hacer una película “cara”. El anuncio causó sorpresa, ya que en el flyer promocional se leía que la Paramount estaba detrás del proyecto. Evidentemente, la producción contaba con otros recursos que no se estarían materializando hasta el momento.
En el marco de una entrevista televisiva, Peretti hizo referencia a la “situación complicada” de Argentina y a la “política cultural caótica”, como los motivos por los que no podrán filmar este año y lanzar el próximo, como estaba anunciado.
Aunque es cierto que la situación local siempre es “complicada”, la verdad es que, al menos, hay un marco de mayor previsibilidad que hace algunos meses. El gobierno va rumbo a la eliminación del cepo cambiario, se están reduciendo las restricciones y se frenaron las fuentes de emisión monetaria, por lo que no hay a la vista grandes saltos inflacionarios ni devaluatorios. Incluso se ha fomentado un blanqueo y comenzaron a implementarse las primeras desregulaciones, que favorecerían las posibilidades de inversión en todos los ámbitos. Tanto con recursos internos como externos.
Ante esta realidad, puede que sea pertinente poner la lupa en la otra parte de la justificación, donde se hace referencia a la “política cultural caótica”, para entender lo que está pasando. ¿Será que esta película, perfectamente viable para el circuito masivo comercial, esperaba financiamiento de las entidades que se nutren de recursos fiscales y/o coercitivos? Aunque no lo dijo Peretti, todo parece indicar que sí.
“La película de Los Simuladores se pospuso porque el país está en una situación complicada y la política cultural está bastante caótica”
Diego Peretti explicó por qué no se filmó el proyecto: “Estamos buscando un financiamiento seguro para hacer la película que queremos hacer”. pic.twitter.com/mt6CXVniIz
— Corta 🏆 (@somoscorta) August 19, 2024
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Otra cuestión que resulta sospechosa es que, más allá de la condición coyuntural argentina, una película de Los simuladores se trata de un producto internacional. No solamente la serie se vio en varios países de habla hispana, sino que se reprodujo en versiones locales en España, Chile, México y Rusia. Además, el creador del proyecto y director, Damián Szifron, ya cuenta con varios éxitos globales como la multipremiada Relatos salvajes, por lo que su nombre de por sí es garantía de acceso al mundo.
Es difícil no ser mal pensado, cuando una película con tanta potencialidad presenta estas excusas. En caso de abrir el juego a eventuales sociedades para el aporte económico, seguramente sobren los candidatos para querer asumir el poco riesgo de un éxito en proceso. Claro que si se aceptan estos recursos, luego hay que compartir las ganancias. Esto no sucede cuando aparecen los recursos del Estado o de instituciones como el INCAA (Instituto Nacional de Cines y Artes Visuales) que hacen el papel de socios bobos que ponen sin pedir nada a cambio, en el lógico contexto del intercambio de favores de índole política.
Como una paradoja, uno no puede evitar como los personajes de esta ficción conseguían financiar sus costosos operativos. Para el que no vio la serie, ellos conseguían siempre que el dinero aparezca, perjudicando a los “malos” para poder ayudar a los “buenos”. ¿Estarán apelando al monopolio de la fuerza en la vida real para que los contribuyentes financien las ganancias de millonarios actores y productores?
Como sea, por ahora la película está en suspenso y todo hace pensar que los realizadores querían apelar a los mecanismos redistributivos a la hora de la inversión, para luego capitalizar personalmente los beneficios del éxito del cuestionado mercado.
Puede que me equivoque, pero por lo que ha sucedido y por los dichos de Peretti, parece que los héroes altruistas de la ficción están más cerca de los inmorales lobbys de la realidad. Que me desmienta y aclare si soy mal pensado.