A pesar del blindaje mediático al “superministro” de Economía, Sergio Massa, el descontento con el gobierno argentino es cada vez mayor y las encuestas lo dejan en evidencia en el año electoral. Con Cristina Kirchner y Alberto Fernández por el suelo, el titular de la cartera económica está dispuesto a seguir enmendando un modelo fracasado, con el único objetivo de llegar a las elecciones. En este sentido, el Frente de Todos anunció que estarán disponible siete cortes de carne a “Precios justos”, el programa que fracasó estrepitosamente en las góndolas con el resto de los productos.
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Cabe recordar que la coalición peronista llegó al gobierno en 2019 con una propuesta bastante básica: que los argentinos puedan volver a comer asado, a diferencia de la época del macrismo, cuando la carne subió de precio. Hasta hicieron un spot de campaña con una persona frustrada, que ya usaba la parrilla de depósito, ante el incremento de este producto.
Pero si con Mauricio Macri esto se hizo un poco más difícil de comprar, con el retorno del kirchnerismo ya es prácticamente inalcanzable. Por lo tanto, la imposibilidad del asado, más allá del desastre inflacionario y macroeconómico, representó el fracaso total del gobierno.
A pesar que el programa “Precios justos” resultó un desastre (como todos los controles de la historia), el ministerio de Economía insiste con la fallida iniciativa. Luego del escándalo generado por la presencia del gremio de camioneros controlando las góndolas de los supermercados, que mostraban vacíos y faltantes en los lugares que estaba el cartel de “Precios justos”, ahora se pretende sumar siete cortes de carne a todo esto.
La tira de asado, la falda, la bola de lomo, la tapa de asado, la nalga, el vacío y el matambre, ahora se tendrán que despachar a los valores fijados por unas autoridades, que ya operan fuera de la legalidad y de la Constitución Nacional. En sintonía con lo que ocurrió con otros productos y en anteriores oportunidades, el desenlace en este nuevo capítulo de los “Precios justos” es absolutamente predecible.
Lo primero que ocurrirá será la liquidación del stock, que se lo llevarán los afortunados que primero los encuentren. Claro que el segundo capítulo de esta historia es menos feliz. O aparece el tradicional desabastecimiento y los faltantes o se despacharán los cortes de mejor calidad a las carnicerías que tengan precios libres (es decir, los reales), dejando en los supermercados los descartes, que tienen más hueso y grasa que cuaquier otra cosa.
Esto fue lo que ocurrió el año pasado en el último intento de regular algunos cortes de carne en los supermercados. Lo que había aparecido en las góndolas a “precios populares” era una porquería, que terminó indignando más a la gente que los aumentos de precio.
Pero el Frente de Todos no aprende de sus errores y lo único que le importa es conseguir una merma en la inflación el mes que viene a cualquier costo. Sin embargo, siguen disparándose en el pie sistemáticamente.
El resultado de la política de 'precios cuidados' en la carne en Argentina 🇦🇷, lo que les entrega a la gente es grasa de vaca 👇
El control de precios, no solo no soluciona nada sino que en el camino mata a la gente. pic.twitter.com/9Ll6Ngk3aW
— Daniel A. Monroy C (@DaniAlejandroM) February 4, 2021