Roger Waters tiene una característica curiosa. Cada vez que existe una problemática política en cualquier lugar del mundo, él aparece siempre apoyando el lado del despotismo totalitario. Su posición ideológica lo ha llevado en reiteradas oportunidades a respaldar al chavismo (aseguró que en Venezuela hay democracia, libertad de prensa y que no existe la persecución) y usualmente carga contra Israel con los mismos argumentos de los que quieren su desaparición. Como era de esperarse, ante la invasión rusa a Ucrania, el exmiembro de Pink Floy optó por estar a favor de Vladímir Putin. Sin embargo, David Gilmour y su esposa, la letrista y escritora Polly Samson lo pusieron en su lugar. Lo acusaron públicamente de “antisemita y apologista de Putin”, entre otras cosas.
“Roger Waters, lamentablemente, eres antisemita hasta la médula. También apologista de Putin. Y un mentiroso, ladrón, hipócrita, evasor de impuestos, haces playback, misógino, enfermo de envidia y megalómano. Suficientes sinsentidos ya”, escribió en su cuenta de Twitter la pareja del exguitarrista de Pink Floyd y excompañero de Waters, Gilmour. Para que no queden dudas, el músico replicó el comentario de Samson y aseguró que cada palabra de ella es “demostrable”.
Los desencuentros entre Waters y Gilmour no son nuevos. En 1985, cuando la banda estaba preparando una nueva producción, el bajista decidió abandonar Pink Floyd, creyendo que todo estaba terminado sin él. Por lo tanto, y sin notificar a sus compañeros, el bajista le escribió a las discográficas que no volvería a tocar con el grupo. Sin embargo, Gilmour junto a Nick Mason decidieron seguir adelante. Convocaron al tecladista Richard Wright (que había sido echado por Waters) y grabaron “A Momentary Lapse of Reason”, para luego también salir de gira.
La etapa solista de Waters, además de su música, estuvo plagada de sus comentarios muy desafortunados, en la que no dejó pasar oportunidad para respaldar a diversas dictaduras, con las justificaciones más insólitas. Esta actitud lo llevó a tener diferencias con muchos músicos que no comprendían su actitud política. Sin embargo, nunca nadie se le había enfrentado abiertamente como ahora hicieron su excompañero y su mujer.
Hasta el momento, Roger Waters no ha respondido a las acusaciones, que como dice Gilmour, están todas absolutamente fundamentadas. Con un comentario en sus redes sociales, su equipo manifestó que el exbajista de Pink Floyd se encuentra analizando las consecuencias de la acusación, así como su respuesta. Debería llamarse a silencio.