El escritor y premio Nobel de la Literatura, Mario Vargas Llosa, tiene una historia en la política peruana. En 1990 compitió contra Alberto Fujimori por la presidencia. En esa oportunidad, se impuso en la primera vuelta, pero perdió en el balotaje. Su contrincante, que contaba con más respaldo popular que el expresidente depuesto Pedro Castillo, sobrevivió en el Poder Ejecutivo luego de intentar una maniobra similar a la que acaba de fracasar en el Perú. Desde entonces, el autor se ha enfrentado permanentemente a todas las versiones del fujimorismo, con la excepción de la última elección.
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Convencido que la llegada de Castillo sería un absoluto desastre para su país, antes de la segunda vuelta que enfrentaba al candidato de izquierda con Keiko Fujimori (hija de su antiguo rival y defensora de su padre), Vargas Llosa dejó de lado su histórica rivalidad y apoyó abiertamente a la candidata de la derecha. Incluso le pidió “salvar” al Perú del totalitarismo que veía venir con el maestro rural. Finalmente se impuso el izquierdista y generó el caos que muchos advertimos. Sin embargo, las instituciones del país se impusieron al predecible intento autoritario de cerrar el Congreso y reformar la justicia y la Constitución.
“Quiero felicitar a los militares peruanos por haberse identificado con las leyes, rechazando el rol de comparsas que quería infligir el expresidente. La manera en cómo se ha resuelto este golpe de Estado puede verse de una manera positiva para el Perú”, señaló el escritor mediante un video difundido en redes sociales.
Durante la fallida gestión de Castillo, el escritor fue muy crítico del gobierno y llegó a calificarlo como “un analfabeto que está llevando el país a la bancarrota”. En varias oportunidades, Vargas Llosa aseguró que el maestro rural, que llegó al poder con una propuesta populista, terminó siendo “el peor presidente de la historia de Perú”.
Luego de su asunción al frente del Poder Ejecutivo, la exvicepresidente Dina Boluarte aseguró que su intención era terminar el mandato constitucional y no convocar a elecciones anticipadas. En este sentido, Vargas Llosa le solicitó que forme “un gabinete de base ancha donde todos los peruanos se sientan representados”. En la opinión del autor peruano, “este es un momento más bien optimista y feliz para la patria”.
La flamante mandataria de 60 años es la primera mujer peruana en llegar a la presidencia. Cabe recordar que no cuenta con una fuerza legislativa propia, por lo que podría tener que armar una coalición como desea el premio nobel. Boluarte había tenido un enfrentamiento con el titular del partido Perú Libre, que llevó a Castillo a la presidencia, por lo que fue apartada de la agrupación. Si desea culminar el período presidencial, deberá armar un amplio espacio que garantice una gobernabilidad todavía muy incierta.