El gobierno de los Estados Unidos debería tener en cuenta que, cuando formaliza un acuerdo con la Administración Federal de Ingresos Públicos de Argentina, no está lidiando con una organización gubernamental más de otro país. La agencia fiscal kirchnerista es la herramienta para el saqueo permanente de los ciudadanos, con la finalidad del financiamiento de una corporación política. Justamente, el día de ayer, un diputado del oficialismo reconoció como el gobierno actual gestó sus ministerios y secretarías: pura contención del aparato político del kirchnerismo. Con estas finalidades, el Frente de Todos amplifica sus tácticas de depredador mediante impuestos demedidos e inflación a los trabajadores que financian la fiesta de la actual versión del peronismo.
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El titular de la AFIP, Carlos Castagneto, señaló que este mes firmarán los acuerdos con el Tesoro de los Estados Unidos. El hombre del gobierno argentino detrás de todas estas cuestiones es el ministro de Economía, Sergio Massa, de aceitados contactos con la potencia del norte. Si las cosas avanzan como aseguró Castagneto, desde septiembre de 2023, el Estado recibirá toda la información de los bienes de los argentinos que pudieron escaparle a la picadora de carne kirchnerista.
Por estas horas, la Cancillería argentina se encuentra girando los papeles formales para tenga lugar próximamente la reunión protocolar entre el ministro Massa y la secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen.
“Como mínimo tenemos 100.000 millones de dólares no declarados en divisas en el exterior y bienes”, aseguró el titular de la AFIP dejando en evidencia su nefasta concepción: el “tenemos” parece indicar que el dinero de los argentinos en el exterior le pertenece a ellos y no a los particulares.
“Estamos prácticamente a la firma, se le delegó al ministro de Economía, ya se mandó el convenio, fue y vino, hemos hablado en teleconferencia, nos pusimos de acuerdo con la AFIP de allá. Calculo que este mes firmamos el convenio”, manifestó el titular de la oficina fiscal kirchnerista.
Mientras tanto, a pesar que las autoridades argentinas aseguran que ya está todo “cocinado”, las contrapartes en los Estados Unidos guardan silencio. Hasta el momento, no se han manifestado sobre el acuerdo. No sería el primer papelón del kirchnerismo en el plano internacional. En caso que la negociación avance como indican en Buenos Aires, el flujo de información tendría lugar con el próximo gobierno. Esperemos que sea uno más razonable.