El kirchnerismo no quiere saber nada con la realización de concursos de belleza, que puedan arrojar el resultado de una “reina”, “princesa”, o incluso un “rey” o un “príncipe”. Por eso, presentaron un proyecto de ley en la legislatura bonaerense, para evitar cuestiones que puedan ser “denigratorias”. Con el fin de “prevenir” y “erradicar” cualquier tipo de “violencia contra la mujer”, los diputados de Axel Kicillof y Cristina Kirchner se proponen terminar con estos certámenes “tanto en el sector público como en el privado”. El diputado liberal Guillermo Castello puso el grito en cielo y arremetió contra “la corrección política que está estupidizando nuestras sociedades”.
Para el diputado provincial de Avanza Libertad, el espacio que lidera José Luis Espert, la dirigencia política y el oficialismo “se ponen al frente” de esta corriente de lo políticamente correcto en todos los ámbitos políticos. “En la legislatura se debate un proyecto para prohibir la elección de reinas y concursos de belleza, que por supuesto, hemos votado en contra”, adelantó el legislador en sus redes sociales, luego del tratamiento en comisión. Todavía, el proyecto no ha llegado al recinto, pero Castello considera que podría hacerlo “en cualquier momento”.
En diálogo exclusivo con PanAm Post, el legislador bonaerense señaló que esta prohibición es “un avance sobre las libertades individuales”, sobre todo de las propias mujeres que desean participar libremente. Para el diputado “la corrección política está dejando de ser un fenómeno menor y se está convirtiendo en la mayor herramienta de opresión”.
Castello aprovechó la oportunidad para destacar la lucha de las mujeres en Irán donde “dan la vida para mostrar sus rostros”. “Aquí, parece que el kirchnerismo desea ir a contramano y prohibirles mostrar su cuerpo”, manifestó.
El diputado provincial liberal es la segunda oportunidad que se desempeña como legislador en Buenos Aires. La primera vez llegó a su banca en el espacio de Juntos por el Cambio, pero el perfil independiente lo terminó apartando del bloque, que obedecía a rajatabla las órdenes de la exgobernadora macrista María Eugenia Vidal. Por aquellos días, Castello tuvo varios votos en soledad, sobre todo en materia de impuestos, pero su mayor cortocircuito con JxC llegó cuando se manifestó, en disidencia a toda la Cámara, en contra de la obligatoriedad de la mención a los “30 mil desaparecidos” en la última dictadura militar.